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CHAMPIONS LEAGUE

La derrota del PSG desata la fiesta en Marsella

Bengalas, fuegos artificiales, multitudes descontroladas... La derrota del Paris Saint-Germain desató las celebraciones en Marsella. Payet se unió por Twitter.

La derrota del PSG desata la fiesta en Marsella

El gol de Kingsley Coman al PSG fue celebrado este domingo en muchas partes del mundo. En Alemania, por supuesto, y allá donde hubiera un aficionado del Bayern pero también donde resida algún detractor del Paris Saint-Germain, que no son pocos. El foco principal está situado en Marsella, que se convirtió en una pequeña Baviera durante unas horas.

Fuegos artificiales, bengalas, cánticos e insultos a la capital fueron lanzados desde la ciudad del sur de Francia, donde la derrota de los parisinos se celebró casi tanto como un título del Olympique.

Con el coronavirus lejos de erradicarse, estas celebraciones provocaron agolmeraciones y como se ve en los vídeos muchos de los participantes ni llevaban mascarilla ni respetaban la distancia social recomendada para evitar contagios. En el informe diario del coronavirus emitido por Francia, Sanidad confirmó hasta 4.897 casos, uno de sus máximos tras el fin del confinamiento.

Payet se sumó desde Twitter

Dimitri Payet, jugador del Marsella, se unió a la celebración anti-PSG a través de las redes sociales recordando que el club del Velodrome sigue siendo el único conjunto francés en haber ganado una Copa de Europa. "Una historia, un club, una ciudad. Siempre seremos los primeros", tuiteó Payet junto a un vídeo donde se ve el escudo del PSG con una estrella encima hasta que el jugador lo retira y se ve que está superpuesto en una camiseta del OM.

Desde su victoria el 26 de mayo de 1993 contra el Milan, precisamente en Múnich, el Olympique de Marsella se convirtió en el primer conjunto francés en ganar la Copa de Europa gracias a un gol de Basile Boli y con grandes figuras en sus filas como Barthez, Angloma, Desailly, Abedi Pelé o Rudi Voller.

La 'orejona' permanece en su palmarés aunque no sin polémica ya que su presidente, Bernard Tapie, arregló partidos. El club acabó descendiendo a Segunda División y no pudo defender su título continental.