La plantilla del Deportivo está en un limbo legal

El Deportivo se inscribió ayer lunes como equipo de Segunda y Segunda B al mismo tiempo. La incertidumbre por el caso Fuenlabrada es el motivo, algo que también afecta de lleno a los jugadores blanquiazules que actualmente tienen contrato. De hecho, gran parte de la plantilla deportivista se encuentra actualmente en un limbo legal, ya que su vinculación con el club desaparecería en caso de descenso, algo que se puede interpretar que ha ya ha ocurrido.

El ejemplo práctico de este nuevo problema es la salida de Sabin Merino. El delantero tenía dos años más de vinculación si el Depor lograba la permanencia y la posibilidad de que el Leganés lo repescase en caso de descenso. El club madrileño, que acaba de bajar a Segunda, consideró lo segundo y ayer anunció el regreso del atacante vasco. La pregunta ahora es saber qué ocurriría con Sabin Merino en caso de que el Depor gane su pelea por seguir en Segunda.

Esta incertidumbre es algo generalizado en el vestuario blanquiazul, en especial con tres jugadores que llegaron en el mercado invernal y cuya continuidad se ligó a la permanencia: Beauvue, Keko Gontán y Uche Agbo. Tampoco tienen claro su futuro los que ya tenían contrato, ya que sus fichas serían inasumibles en Segunda B. En esa situación están otros once jugadores: Dani Giménez, Eneko Bóveda, Salva Ruiz, Gerard Valentín, Mujaid, Bergantiños, Vicente Gómez, Gaku Shibasaki, Borja Galán, Fede Cartabia y Diego Rolan.

En la Plaza de Pontevedra saben que el paso del tiempo es uno de los problemas en todo su litigio en el caso Fuenlabrada, al igual que lo es con sus jugadores. El club, consciente de lo complicado que es para los futbolistas, no les ha pedido de forma conjunta que aguanten hasta una fecha concreta y se ha optado por hablar con ellos de forma individual, ya que casi cada caso es diferente. El compromiso de la gran mayoría de jugadores esta fuera de toda duda, de igual forma que según pasan los días el enfado del vestuario con la inoperancia de AFE sobre el limbo legal en el que se encuentran se dispara exponencialmente.