BARCELONA
Mudanza en la Ciutat Esportiva: Setién y Sarabia recogieron sus cosas
El que fuera hasta el lunes primer entrenador, y su ayudante, acudieron esta mañana a las instalaciones blaugrana para vaciar el despacho y recoger todos sus enseres.
Tanto Quique Setién como su segundo, Eder Sarabia, dedicaron buena parte de la mañana de este martes para hacer mudanza en la Ciutat Esportiva. A ambos se les comunicó el pasado lunes que no continuará al frente del FC Barcelona, por lo que este martes aprovecharon para recoger todos los enseres de sus despachos, poniendo así a una temporada ciertamente aciaga, con un epílogo que no podía ser más cruel y vergonzoso, tras recibir un 2-8 ante el Bayern en los cuartos de final de la Champions. Setién ya comió el lunes con el exsecretario técnico. Eric Abidal, que le avanzó la noticia de su destitución, que posteriormente certificaría el club.
La verdad es que ni Setién ni Sarabia supieron nunca hacerse un sitio en el vestuario blaugrana. La falta de carácter del técnico cántabro, que prometió muchas cosas durante la presentación y que posteriormente cumplió muy pocas, y el exceso de vehemencia del segundo, con el episodio de Messi durante un descanso para tomar agua, dándole prácticamente la espalda mientras estaba dando indicaciones al equipo, son una muestra bien patente de las dificultades que se encontraron los dos técnicos desde su llegada.
Setién y Sarabia son ahora los señalados por la junta como chivos expiatorios de la crisis deportiva que atraviesa el club, pero lo cierto es que sólo son la punta del iceberg. De hecho, dentro del escalafón es la parte menos culpable, ya que tanto los responsables en la dirección deportiva y la presidencia, como los jugadores, son los grandes señalados por la afición.
Ronald Koeman, el nuevo técnico, tiene por delante un auténtico papelón de una complejidad supina: la plantilla necesita una renovación profunda, pero no hay dinero en caja para llevarla a cabo, y los jugadores de la actual plantilla tienen unas fichas muy elevadas y además están devaluados tras una temporada nefasta.