Así es el Inter: la verticalidad bajo el sello de Antonio Conte
El conjunto milanista trazó su camino a la final gracias al poderío de Lukaku y a su fiabilidad defensiva. Su 3-5-2 es prácticamente intocable.
El Inter de Milán se coló en la final de esta Europa League bajo el inconfundible sello de su técnico, un Antonio Conte que irrumpió el pasado verano en el conjunto italiano para buscar el salto de calidad que pudiese impulsar hasta cotas que no fueron alcanzadas en cursos pasados. El talonario volvió a ser clave en la búsqueda de crecimiento: más de 190 millones de euros en la construcción de un equipo que tuvo refuerzos en todas sus posiciones. Desde la llegada del zaguero Diego Godín hasta el ariete Romelu Lukaku. Muchos ponen en cuestión la labor de Conte por una circunstancia clara: tuvo en sus manos la pelea por llevarse esta Serie A y finalmente volvió a entregar el premio a una Juventus que fue mucho menos incisiva que en el pasado. Menos concedió en esta Europa League: fue fiable en la primera fase y tras el confinamiento tiró de eficacia para eliminar al Getafe, al Bayer Leverkusen y al Shakhtar Donetsk con el brillo especial de Lukaku. Su verticalidad, bajo el sello de Conte, es su mejor aval para buscar el título.
Un estilo de juego apoyado en el sólido 3-5-2
Conte apostó por un 3-5-2 desde su llegada al Inter. Confió en el potencial de sus centrales, con De Vrij y Godín protagonistas en esta Europa League ante la irregularidad de Skriniar. Su idea de juego se asemeja mucho a la que lideró con la seleccion italiana en la Eurocopa 2016, en la que su combinado eliminó a la selección española. Ahí brilló con su 3-5-2 marcado por ese centro de la defensa compuesto por la zaga de la Juventus. La fuerza predomina en su medular y arriba la pareja formada por Lukaku y Lautaro Martínez tiene cierto reflejo a aquella compuesta por Pellé y Eder. El equipo de Conte maneja bien los tiempos de los partidos, lo demostró ante Getafe y Bayer Leverkusen cuando más complicaciones entraron en escena. Quizás falta algo de creatividad en su zona de máquinas a la espera de que Eriksen sea titular en este esquema.
El entendimiento perfecto de Lukaku y Lautaro
El Inter apostó 76 millones de euros en verano para que Lukaku fuese su hombre de ataque. Los números muestran que acertó: 31 goles en su haber, por 19 de su compañero en ataque, un Lautaro Martínez que se entiende a la perfección con el belga. Uno busca la profundidad y otro apoya al centro del campo en la construcción. Se asocian casi de memoria. Uno aplica su fuerza y otro su técnica. Ambos reflejan una gran inteligencia táctica sobre el césped.
Profundidad constante en los carriles de Conte
El técnico del Inter siempre disfrutó con llegadas constantes de sus carrileros y por eso su sistema se apoya en este principio como base de todo. Empezó el curso con Candreva siendo decisivo y ahora son D'Ambrosio y Ashley Young los que firman regularidad por esos costados. El equipo aprendió a usar este arma en todos los sentidos: sorprenden en ataque y son solidarios en el esfuerzo defensivo. Eso también forma parte de la marca Conte.
El enigma de la figura de un creador
En el Inter de Conte muchos asumen su papel de inventar bajo la obligada verticalidad. Quizás esa figura no funcionó en años precedentes con especialistas en la creación. Quizás en este Inter no pueda caber un Banega que ya probó suerte hace varias campañas sin que lograra exponer su mejor nivel de juego. Borja Valero firmó meses de ensueño y ahora son otros los encargados de tomar las riendas de la medular en esta Europa League. Barella y Gagliardini enseñan recursos que convencen a Conte. Ambos son escuderos de Brozovic en un centro del campo que tiende a multiplicar las dudas sobre la figura de un creador.
El físico, un recurso siempre presente
Basta con mirar a sus centrales y a su ariete para comprobar que cada balón parado puede ser una pesadilla para sus rivales. Lo sabe Conte, que no duda en convertir muchas acciones de balón parado en armas de estrategia. Lukaku es el gran elemento diferenciador: casi ningún rival logra frenar su habilidad para proteger el balón o para generar espacios con sus movimientos.
Un nivel de confianza individual multiplicado
Este Inter funciona sin un nombre propio al mando, por mucho que Lukaku centre las miradas del bloque. La Europa League dibujó un panorama renovado respecto al cierre de Liga. En los 16 últimos encuentros sólo sufrió dos derrotas, ambas en la Serie A, mientras que la irrupción de algunos futbolistas y las ganas de demostrar supusieron un incentivo al alza. Eriksen, llegado en el mercado invernal, quiere marcar diferencias en sus apariciones. Alexis Sánchez logró que depositaran plena confianza en él y seguirá formando parte del próximo proyecto tras dejarlo marchar el Manchester United. Lautaro sabe que su papel de pieza determinante en la búsqueda de un título puede suponer su mejor pasaporte para dar el salto a otra Liga.
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