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CHELSEA

¿Por qué el Chelsea puede gastar tanto este verano?

El Chelsea 2020/21 es uno de los proyectos más esperados por fichajes como Ziyech o Werner, pero también por los grandes rumores que suenan en el mercado.

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¿Por qué el Chelsea puede gastar tanto este verano?

El Chelsea ya se ha postulado como gran candidato a agitar el verano en término de rumores, fichajes y traspasos. Tras los fichajes ya oficiales de Ziyech o Werner y las corrientes informativas con nombres como Havertz, Ben Chilwell o Jan Oblak los de Stamford Bridge se han convertido en el club con mayor número de focos mediáticos del mercado.

Pero, ¿por qué ellos? ¿Por qué el Chelsea puede gastar tanto dinero este verano? ¿Por qué los Blues pueden estar fabricando un megaproyecto en un verano donde la sequía monetaria de las grandes potencias es acentuada? Algunas razones que explican la situación y contexto que lo hacen viable:

Sanción el pasado verano sin poder fichar.

Es el gran argumento. La FIFA sancionó al Chelsea con dos ventanas de fichajes sin poder realizar incorporaciones. Una sanción que, finalmente, quedó solamente en una ventana (la del pasado verano), pero que supuso una privación ya suficientemente importante como para evitar un gasto que, ahora, es un argumento a favor. El verano pasado no ficharon, por lo que en sus arcas encuentran ahora mismo un dinero “extra” que puede suponer una ventaja económica respecto a sus rivales.

El traspaso de Eden Hazard al Real Madrid.

Eden Hazard abandonaba el Chelsea el pasado verano. El futbolista belga dejaba el club inglés con destino Madrid para cumplir, según dijo, un sueño para ser entrenado por Zinedine Zidane en las filas del Real Madrid. Una baja importante a nivel deportivo, a nivel de potencial, pero que en términos económicos supuso un éxito rotundo. Hazard tenía claro que no iba a renovar y se crearían, así, dos escenarios. O bien seguía un año más y se marchaba gratis o, por el contrario, salía hace un año dejando dinero (probablemente una cantidad menor a la esperada) en las arcas Blues. Pero ocurrieron dos aspectos que a priori parecían contrarios. Salió, pero dejando una cifra astronómica que (teniendo en cuenta variables) finalmente quedó en torno a 115 millones de euros.

Un dinero que, sumado a la sanción sin fichar, iba a dejar un balance muy positivo a nivel económico en el Chelsea. Gastos mínimos y una venta estratosférica. Un argumento económico que, ahora, abre la posibilidad de tener un trasfondo económico muy potente.

Compra obligatoria de Morata.

El Atlético de Madrid conseguía la pasada temporada la cesión de Álvaro Morata para la temporada 2020/21, pero con la cláusula contractual de estar obligado a comprar al futbolista este verano por una cifra de 56 millones de euros. Una cifra importante, notable, que va a suponer un 'extra' para las arcas de Abramovich. Se trata de un ingreso que parece olvidado, pero que se hará efectivo y que muy seguramente llegue como agua de mayo para fabricar el megaproyecto del Chelsea la próxima temporada.

Ahorro de fichas como Willian y Pedro.

El Chelsea tendrá bajas como las de Willian y Pedro. Mientras que Willian sigue sin equipo (rumores aseguran que está cerca del Arsenal), Pedro apunta a Italia para convertirse en nuevo jugador de la Roma. Se trata de dos jugadores que tenían algunas de las fichas salariales más elevadas de la ya pasada temporada 2019/20. En este aspecto, el ahorro de sus salarios supondrán argumentos disponibles para ofrecer contratos suculentos a las nuevas piezas del equipo. No generarán ingresos al finalizar contratos, pero permitirán ahorrar, por un lado, o convertirse en un colchón económico extra que no parecía viable hasta ahora.

El contexto sanitario.

El mercado de fichajes de este verano va a estar muy condicionado a la crisis sanitaria marcada por el coronavirus. Un escenario en el que muchos contratos se han visto tensados, las arcas de los clubes se han visto resentidas y en el que muchos grandes clubes ya se han postulado pública y oficialmente a favor de un mercado contenido. Sin embargo, al contrario, ese punto de origen que puede tener a la mentalidad conservadora quizás sea el punto clave para que ciertos equipos arriesguen. Si la tendencia va a ser ahorrar, si la tendencia va a ser la de no realizar grandes movimientos, los equipos que sí lo hagan se verán expuestos a las posibles consecuencias económicas, pero a su vez pueden tener una ventaja real para igualar sus respectivas temporadas. Lo que puede parecer un problema económico puede ser al mismo tiempo una oportunidad. Como dicen las voces sabias, quien no arriesga, no gana.

Obligación de dar un paso adelante.

El Chelsea no es campeón en Inglaterra desde la temporada 2016/17. El Manchester City y el Liverpool son los claros dominadores del fútbol británico tanto a nivel doméstico como en Europa, relegando al conjunto de Stamford Bridge a un segundo plano al que no están tan acostumbrados. Es por ello que es casi una obligación arriesgar, es casi una obligación desplegar sus mejores armas, es casi una obligación realizar una inversión de altos vuelos para reforzar la plantilla de cara a pelear seriamente con argumentos. En términos competitivos, deben hacerlo, deben arriesgar económicamente.