Guridi y Merquelanz, el valor de una cesión en Segunda
Ambos regresan a Zubieta para quedarse tras triunfar en el Mirandés. Se suman a una larga lista de realistas que tuvieron que salir para volver más hechos. Hasta Xabi Alonso lo necesitó.
Jon Guridi y Martín Merquelanz han vuelto a confirmar con sus fructiferas cesiones en el Mirandés el valor de la idea de que las jóvenes promesas de Zubieta tengan que pasar primero por la Segunda división con una cesión antes de volver a Zubieta para triunfar en el primer equipo de la Real Sociedad. El centrocampista azpeitiarra y el extremo zurdo irundarra han aprovechado su préstamos en Miranda de Ebro con actuaciones más que destacadas, siendo jugadores claves en otras temporada sobresaliente del Mirandés, que se clasificó de nuevo para una semifinal de Copa del Rey, curiosamente contra la propia Real Sociedad.
Guridi ha sido el compañero ideal en el eje del centro de campo con Mikael Malsa, que acaba de fichar por el Levante. Y Merquelanz ha sido sin duda una de las estrellas de este Mirandes de Andoni Iraola. El irundarra ha terminado con 14 goles y 16 asistencias, números al alcance de muy pocos. Termina contrato en junio del próximo año, pero la Real tiene ya cerrada a falta de hacerla oficial su renovación hasta 2025. Es una renovación ganada a pulso después de haberse roto sus dos rodillas. Por todo ello, los dos van a volver a Zubieta este verano para quedarse, con un sitio relevante en los planes de Imanol. Guridi porque ocupará el hueco dejado por Zurutuza. Y Merquelanz porque aumentará la competencia en ataque y elevará sin duda el nivel atacante de los donostiarras.
Ambos vuelven con galones, pero han tenido que marcharse fuera para demostrar su valía. No es la primera vez que ocurre en la historia de la Real, y resulta más impactante cuando descubres algunos casos de nombres ilustres. Por ejemplo, Imanol Agirretxe también tuvo que salir para demostrar que en el primer equipo podía marcar tantos goles como en el filial. Se marchó una temporada al Castellón. Ahora el de Usurbil se encarga en Zubieta, curiosamente, del control de los cedidos. También Markel Bergara tuvo que jugar en Segunda en el Vecindario. Zurutuza también tuvo que jugar una temporada en el Eibar cedido para hacerse más jugador y luego regresó con honores. Hasta el mismísimo Xabi Alonso, todo un campeón el mundo y hoy encargado del filial, necesitó de una cesión en el Eibar para ganar en competitividad. Aprendió, volvió... y el resto es historia. El caso más reciente es el de Joseba Zaldua. Se fue al Leganés, lo juego todo y ahora es indiscutible en el lateral derecjo de la Real. Guridi y Merquelanz quieren seguir sus pasos a partir de ahora...