El instructor propone la derrota del Fuenlabrada por 3-0
Lo hace de manera cautelar. Así podrá disputar el Elche el playoff de ascenso. Ahora el Comité de Competición debe decidir si aprueba la propuesta.
El instructor del Caso Fuenlabrada ha propuesto al Comité de Competición que se dé por perdido al equipo madrileño el partido que debió disputar el lunes 20 de julio en Riazor en A Coruña por 3-0 por una infracción flagrante y grave de alteración del buen orden deportivo. Esa medida, en principio cautelar, permitirá que el Elche pueda disputar el playoff de ascenso frente al Zaragoza. La otra eliminatoria de semifinales será el Almería-Girona.
El instructor toma esta medida un día antes de llamar a declarar al presidente del Fuenlabrada, Jonathan Praena; al entrenador, José Ramón Sandoval, al futbolista Hugo Fraile y al médico del club para que se den su versión de los hechos. Competición, según el artículo 38 del Código Disciplinario, tiene como máximo diez días hábiles para ratificar, modificación o rechazar esa propuesta realizada y será entonces, con la cautelar concedida, cuando pueda poner fecha para el arranque del Playoff siempre y cuando haya un control sobre los contagiados y el problema no vaya a más. Ya será la próxima semana cuando el juez instructor Ricardo Esteban Díaz Sánchez, entre en el fondo del asunto para posicionarse sobre el expediente abierto al Fuenlabrada y propone o no una sanción.
El Fuenlabrada, según ha podido saber AS, esperaba esta propuesta dada por el juez instructor, sobre todo después de que desestimaran su recusación. En el seno del club hay tranqulidad y confianza en que esto no ha acabado y podrán jugar el partido que falta. El Deportivo ve con buenos ojos este primer movimiento, pero confía en que haya más ya que sigue siendo insuficiente. Con estos tres puntos aún está descedido.
Entre sus fundamentos, el instructor señala: "En el presente supuesto, se infiere de los hechos averiguados con posterioridad a la suspensión del encuentro, y durante la presente instrucción, que la conducta del expedientado produjo una grave alteración del buen orden deportivo, con afectación de la integridad y la igualdad de los participantes en la competición".
El instructor señala que el sábado 18 julio el Fuenlabrada ya tenía constancia de la existencia de al menos un positivo y que en la mañana del 20, antes de viajar a A Coruña, el número se había incrementado a cuatro. Y que a media tarde de ese día, el laboriatorio comunicó ocho positivos más.
Según el instructor, el mismo 18 de julio "se debió haber establecido comunicación con las autoridades sanitarias y con la Comisión de Seguimiento para el COVID-19 RFEF-LNFP (con la presencia del CSD), a fin de poder valorar la situación desde el punto de vista competicional y de salud, y adoptar la decisión más adecuada y acorde a la integridad de la competición. Sin embargo, no sólo no se comunicó con antelación suficiente, sino que la información trasladada fue parcial, por lo que se privó a dicha Comisión de datos fundamentales para adoptar su decisión".
Tampoco, según su relato, se puso el positivo en conocimiento de la Comunidad de Madrid, como es preceptivo, el sábado. "Aún con todo, el club emprendió el viaje hacia A Coruña, poniendo en riesgo a la plantilla y a los árbitros del partido, que comían en el mismo hotel y tampoco habían sido informados, ni tampoco el Comité Técnico de Árbitros, de nada de lo que venía sucediendo. El equipo arbitral sólo tuvo conocimiento de lo sucedido en el momento de salir a inspeccionar el terreno de juego", se lee en la providencia.
El Fuenlabrada no está de acuerdo con varias de las justificaciones que redacta el instructor, ya que entienden que el laboratorio es quien debe informar a la Comunidad, que hay un documento del capitán en el que se demuestra que la plantilla estaba informada en todo momento de lo que estaba sucediendo y, además, que el informe al que se refiere del médico ("hay contactos estrechos") es del lunes por la tarde y no de antes como cree el instructor.
Ocultación del problema
Y continúa: "El certificado médico aportado por el club expedientado reconoce que los días anteriores -sábado y domingo- el resto de los futbolistas de la plantilla había estado en lugares comunes a distancias menores de dos metros y durante más de 15 minutos. Ni siquiera los propios integrantes de la plantilla del primer equipo supieron de la existencia del brote hasta cuatro horas antes del partido, cuando ya se habían desplazado a A Coruña, privándoles de información esencial, vital, que debían conocer al detalle antes de subirse al avión".
Entiende el instructor que hubo, pues, "una manifesta ocultación de la verdadera situación por parte de los responsables del club". Y explica que de jugarse el encuentro ahora el Fuenlabrada "contaría ahora con la ventaja de conocer los resultados obtenidos por sus rivales en la lucha por acceder al playoff de ascenso al Campeonato Nacional de Liga de Primera División y de enfrentarse a un rival que se sabría descendido y que lleva días sin entrenar, o con un bajo rendimiento .Es un principio general del Derecho el de que no puede verse beneficiado quien por sus actos es presuntamente responsable de la situación creada".
Y concluye, para explicar la adopción de la medida cautelar, que "hay equipos pendientes de jugar, entrenando, con riesgo expuesto a la salud de su cuerpo técnico mientras se dilucida y aclara la situación" en un momento epidemiológicamente delicado en el país