Un nuevo Promesas para buscar una nueva categoría
El filial del Real Valladolid sufrirá este verano una profunda remodelación, aunque la ambición sigue siendo volver a estar arriba la próxima temporada.
La tempranera eliminación del Real Valladolid Promesas en el playoff de ascenso a la Segunda División destapó la caja de los movimientos de cara a la próxima temporada. Si bien la entidad todavía no ha informado de altas o bajas, lo cierto es que prevé una profunda remodelación para ese próximo curso, en el que la Segunda B estará conformada por 100 equipos, que se dividirán en cinco grupos.
Después alcanzar el hito histórico de disputar la primera eliminatoria de la promoción, en la que cayeron contra el Barcelona B, varios son los futbolistas que saldrán, por una u otra razón, lo que irremediablemente llevará a la dirección deportiva a buscar refuerzos para, como es intención, volver a estar arriba, cuando menos, en la lucha por la Segunda B Pro, a la que accederán los mejores equipos de cada grupo y que integrarán 40 clubes.
Volviendo a las circunstancias que provocarán movimientos en el filial, en primer lugar hay que contar con los jugadores que tienen por contrato el salto al primer equipo o una cesión a un Segunda, caso de futbolistas como Alende, Corral, Kike Pérez o Víctor García, quienes después de completar una gran campaña tendrán una gran ocasión de acercarse a la élite, quizás en forma de pretemporada a las órdenes de Sergio González o quizás directamente en forma de préstamo.
A todos estos hay que sumar jugadores como Doncel o Kuki Zalazar, quienes podrían destapar el interés de otros clubes (como, de hecho, hacen) y buscar una salida conforme, también, a su edad. No en vano, la veteranía puede ser otra circunstancia a tener en cuenta, toda vez que hay jugadores que ya no son sub-23 y que se considera que han cumplido un ciclo, como podría ser Jaime o como será Raúl Navarro, quien buscará acomodo en un Segunda.
A expensas de resolver el futuro de Miguel de la Fuente, que en ningún caso seguirá en el filial, renueve o no, existen dudas también al respecto de Apa, con quien el tudelano comparte agencia de representación. Stiven Plaza, por su parte, no ha descollado, pero también se podría mover en este mercado estival. Todo uno, puede tratarse de un verano con cambios profundos, que no sería descabellado que afectase a la mitad de la plantilla con la que Javier Baraja ha hecho historia en su primer año en el filial.
En el lado opuesto, a aquellos que continúen, la idea es incorporar de nuevo jugadores que puedan estar próximos al profesionalismo y al primer equipo, con fichajes destacados como algunos de los acometidos el pasado verano, como algunos de los citados. No se descarta que junto a ellos gane protagonismo alguno de los futbolistas potenciales del juvenil de División de Honor, toda vez que el club cuenta con una generación, la de 2002, a la que pertenecen alguno de sus mejores talentos, que ya han trabajado antes y después de la pandemia con Baraja, como son Iker, Adrián Carrión, Castri, el lesionado Slavy o dos jugadores del 2003: Maroto y Aceves, que seguramente pasará a ser el tercer portero del Promesas.