El éxito persigue a Borja Jiménez

Lo que muchos entrenadores que desarrollan su trayectoria en Segunda B buscan sin cesar, y en la mayoría de los casos no lo consiguen, Borja Jiménez lo ha saboreado ya en dos ocasiones en sus cinco temporadas en la categoría de bronce. El técnico del FC Cartagena logró el pasado domingo, en La Rosaleda, un nuevo ascenso a Segunda División. Y es hace un año el abulense comandó el retorno al fútbol profesional del CD Mirandés, también en un duelo ante el Atlético Baleares.

A sus 35 años, se puede decir que el éxito persigue a Borja Jiménez y no sólo por los dos ascensos logrados con FC Cartagena y CD Mirandés. Inició su andadura en Segunda B en el Real Valladolid B, cuando la dirección deportiva le confió las riendas del equipo en la jornada 10 y alcanzó la permanencia con cinco puntos de distancia respecto del descenso. Posteriormente se marchó al CD Izarra, con el que repitió el éxito de la salvación con uno plantel de bajo coste.

Una temporada importante en su carrera fue la 2017-2018, en la que dirigió al Rápido de Bouzas. Con una plantilla confeccionada para pelear por la permanencia fue uno de los equipos revelación de Segunda B y peleó hasta la última jornada por la clasificación para las eliminatorias de ascenso. Finalmente quedó quinto en el Grupo I, pero por delante de filiales como Real Madrid Castilla, Atlético de Madrid B y Real Valladolid B.

Su buen hacer le llevó al CD Mirandés, con el que acabó en tercera posición la liga regular y en las eliminatorias se deshizo del Atlético de Madrid B, Recreativo de Huelva y Atlético Baleares. Pero Jiménez no renovó y se marchó al Asteras de la Primera División griega, único club en el que no obtuvo los resultados esperados. Pocas semanas después de poner fin a dicha aventura, y tras la marcha de Munúa, se comprometió con el FC Cartagena y acabó firmando su segundo ascenso. Ahora sí, la categoría de plata le espera.