La Juve, en crisis, aplaza el alirón

La Juventus aplazó su noveno scudetto consecutivo cayendo en el estadio del Udinese y confirmó su momento pésimo, con apenas cinco puntos sumados en cinco jornadas. La ventaja sobre el Atalanta (seis puntos) deja tranquilos a los de Turín, que pueden cantar el alirón el domingo batiendo a la Sampdoria, aunque las señales siguen siendo negativas. Sobre todo con vistas a la Champions.

Los de Gotti dejaron claro el objetivo de ser aguafiestas enseguida, con un centro de Sema que Danilo desvió en el poste de su propia puerta. Los juventini, sin embargo, se adelantaron a cinco minutos del descanso con De Ligt, que se sacó de la chistera un preciso derechazo raso desde fuera del área.

Era el momento perfecto para adelantarse, pero la Vecchia Signora empezó la segunda parte con una bajada de ritmo que ha mostrado demasiadas veces. Los friulani avisaron nada más regresar al verde con Nestorovski, que no aprovechó un mal posicionamiento de la zaga rival. Y el macedonio, en el 52', estuvo más fino lanzándose en plancha después de un centro de Sema y firmando el 1-1 con un preciso testarazo.

El tanto no despertó ninguna reacción entre los bianconeri, atascados ante el organizado 5-3-2 de los locales y sufriendo sus contragolpes. Dybala y Cristiano, que habían empezado bien, apenas se vieron, y al acercarse el pitido final el Udinese hasta buscó la victoria, fundamental para su salvación. El castigo, para los turineses, llegó justo mientras intentaban volver al ataque: Fofana armó un imparable contragolpe, se deshizo de De Ligt y realizó el 2-1 decisivo en el descuento.

Queda claro que este scudetto, más que por las virtudes de la Juve, llegará por los defectos de sus rivales. "Si nadie quiere el título, nos lo quedamos encantados", dijo Paratici antes del partido. Imposible llevarle la contraria.