LAS CONFIDENCIAS DE MÍSTER VAR
¿Y si les quitaran el VAR a los árbitros y se lo dieran a los jugadores?
Han surgido voces que piden que el VAR sólo pueda ser utilizado dos veces por partido, exclusivamente en los cuatro supuestos para los que fue creado y a petición de los capitanes.
El caos. Los clubes europeos le han transmitido a la UEFA que es necesario recuperar el VAR del Mundial de Rusia, que fue donde la herramienta triunfó sin reparos. Y si tuvo éxito fue porque el VAR se limitó a corregir exclusivamente los errores clamorosos, sin entrar en menudeos. Roberto Rosetti, jefe de arbitraje de la UEFA, lo tiene claro: "El VAR sólo debe intervenir cuando tenga pruebas evidentes de un error obvio en cuatro situaciones determinantes: 1) Goles y faltas que terminen en gol. 2) Faltas que conduzcan a una sanción. 3) Situaciones de tarjeta roja y 4) Situaciones de identidad errónea". Pero de eso hemos pasado, como señaló Ceferin, "a señalar fueras de juego por el tamaño de la nariz".
El error. En Suiza, tanto en FIFA como en UEFA, se preguntan la razón por la que la herramienta ha sido un éxito total en el tenis y va camino de un fiasco monumental en el fútbol. Y se ha llegado a la conclusión de que, en realidad, el tenis sólo utiliza el vídeo para definir si una bola toca raya o no. No se usa para comprobar si se ha pisado la línea durante el servicio o si se ha rozado la red con la raqueta... En resumen, que en el tenis no se abusa de la tecnología, por lo que el control de los partidos sigue siendo del árbitro, cosa que en el fútbol ya no está tan clara. Además, hay una diferencia determinante entre el tenis y el fútbol: en el tenis el uso de la herramienta es potestad de los jugadores, y en el fútbol lo es de los árbitros. Aquí puede estar la clave del asunto.
La solución. Lógicamente, los árbitros no quieren perder el control del VAR, que es su silbato tecnológico. Pero ante la evidencia de que la herramienta se ha elevado incluso por encima de los propios colegiados han surgido voces que piden una medida revolucionaria: quitarles el VAR a los árbitros y dárselo a los jugadores. ¿Cómo? Pues como en el tenis: que el VAR sólo pueda ser utilizado dos veces por partido, exclusivamente en los cuatro supuestos para los que fue creado y a petición de los capitanes, que perderían la opción de volver a reclamar la herramienta si en esas dos ocasiones el árbitro, tras consultar la jugada en televisión, les quita la razón. El resto de las jugadas polémicas o conflictivas tendría que ser resueltas por el árbitro sin ayuda tecnológica, salvo el ojo de halcón en la línea de gol.