NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

LINARES 0-1 REAL JAÉN

Un Jaén altivo derriba al Linares para seguir soñando

Los lagartos se quedan a 90 minutos del ascenso a Segunda B tras ganar con un solitario gol de Javilillo. El Linares esperará a la repesca de campeones de grupo.

Jugadores del Real Jaén.

Los derbis son esos partidos que siempre carecen de favoritos. En ellos se olvidan las rachas, los puestos en la clasificación e incluso el calor o la falta de forma física por la atípica ausencia de competición derivada de una pandemia. La pasión es lo primero. Esa motivación por derrotar a ese eterno y vecino rival. El derbi jiennense ha sido un ejemplo más de ello. Lejos del mar de olivos (el partido fue en Marbella), el Real Jaén (4º del Grupo IX) se impuso por la mínima al gran favorito de su cuadro, el Linares (1º) para pasar a la final del playoff. Un gol de Javilillo devolvió la ilusión por salir del pozo de un Real Jaén que no pasa por su mejor momento administrativo, con el impago de los salarios como punta de un gran iceberg de problemas económicos. También se dejó esto atrás sobre el verde. El fútbol da una segunda oportunidad a los lagartos, que están a 90 minutos de poder regresar a Segunda B y conseguir un ascenso que puede lograr su salvación, también en los despachos.

La intensidad fue la gran protagonista del inicio de este derbi jiennense. Ambos equipos salieron con hambre de gol y victoria. Una actitud que se tradujo sobre el verde en forma de faltas reiteradas en los primeros compases del partido. Tuvo que poner pausa y paz el colegiado mediante el perdón de varias tarjetas a duras entradas de uno y otro bando. Las faltas dieron protagonismo a las jugadas a balón parado en la cercanía de ambas áreas, con el desacierto abonado a ellas. El suspense se mantuvo con sus lanzamientos, dejando ocasiones claras tanto para los azulillos como para los blancos. Pero, la pegada falló, cerrando la primera parte con tablas a cero en el marcador.

Lo que no estuvo tan igualada fue la posesión, inclinándose a favor de los linarenses, que dejaron ciertas dudas en ataque. No terminaba de carburar el equipo de Juan Arsenal, con un Chendo muy desasistido. Y casi paga caro sus errores. El Real Jaén tuvo en las botas de Pato uno de esos goles que valen por dos por su gran valor psicológico. El centrocampista cordobés firmó un mano a mano que acabó con doble intervención de Razak al filo del descanso (44'). Salvó así el Linares la ocasión más clara del partido, marchándose al vestuario con el susto aún en el cuerpo.

Javilillo derribó el muro de Razak

Arrancó la segunda parte del mismo modo que acabó la primera. Pato forzó un nuevo paradón de Razak, que resistió ante la insistencia del Real Jaén. El cuadro blanco fue de menos a más durante el partido y ni siquiera el descanso interrumpió su dinámica. Mientras, el Linares perdía fuelle y seguía teniendo dificultades para encontrar a un Chendo bien anulado por la defensa de los lagartos. Un buen trabajo que tuvo pronto su recompensa en forma de gol para el equipo de Jaime Pérez. Esta vez no pudo Razak frenar a Javilillo, que había llevado el peso de varias llegadas muy recientes del Real Jaén. El de El Ejido le pilló la vuelta a una defensa muy desordenada del Linares y mandó la pelota a la red. El castigo puso ser peor en unos minutos de continuo asedio blanco.

Hizo daño el gol al equipo de Arsenal, que no supo reponerse del varapalo. Los azulillos, irreconocibles, se fueron hundiendo a la paz que el Jaén tomaba aire. El conjunto blanco disfrutó y se mostró muy cómodo en un final de partido en el que logró desesperar a su vecino rival. Los nervios fueron el peor enemigo entonces de los linarenses, que entre rozaron el empate en ciertos soplos de claridad en su ataque. Las tablas le valían para pasar a la final de este novedoso playoff, pero el equipo de los mineros no logró igualar el marcador. El derbi jiennense se resolvió para el Real Jaén, que sobrevivió al imponente líder y sigue soñando con un ascenso que puede darle más vida que nunca...