1x1 del Celta: Un proyecto retratado
Desastre colectivo de un equipo que tiene como único plan confiar en los milagros de Aspas. Rafinha y Nolito no podrán jugar ante el Espanyol.
Villar: El menos culpable de todos. Los atacantes del Levante dispararon una y otra vez a placer dentro del área o en sus inmediaciones. El portero evitó un gol a los tres minutos de partido y otro ya con 2-3 en el marcador.
Kevin: Su banda fue una autopista. En la primera parte no se coordinó bien con Brais para tapar las subidas de Clerc. Le puso corazón en ataque, pero sin ideas ni precisión.
Murillo: Inseguro. Midió mal al cruce y tampoco ejerció de líder de la zaga con el balón en los pies. Jugó los últimos 20 minutos con problemas musculares.
Araújo: Para olvidar. Falla de manera escandalosa en el segundo y en el tercer gol del Levante. Los giros son su punto débil y quedó de manifiesto en el 0-2, mientras que en el 2-3 no consigue llegar a un centro lateral, un fallo que un defensa de Primera División no se puede permitir. De su pésima actuación se rescatan la asistencia de cabeza a Mina y una acción defensiva en la que evita un gol del Levante porque el balón le pega en la espalda. Tuvo que ser sustituido en el minuto 90 tras quedar conmocionado por un choque de cabezas con Coke.
Olaza: Inoperante. Desdibujado en defensa y demasiado acelerado en ataque. Metió centros sin sentido.
Okay: Pagó los platos rotos. Óscar lo sustituyó al descanso y lo argumentó afirmando que el turco estaba llegando tarde a la presión. El equipo echó de menos su carácter en la segunda parte.
Beltrán: Perdido. Su única misión parece correr como un loco. Sustituido al descanso.
Rafinha: Cuesta creer que el futbolista que jugó con el dorsal 12 es el centrocampista brasileño. No dio una y en la última media hora deambuló por el campo. Fue amonestado y se pierde la final contra el Espanyol porque cumple ciclo de tarjetas.
Brais: Decepcionante. Reacciona tarde en el 0-1 y su despiste permite a Bardhi rematar solo, mientras que en gol anulado por el VAR al Levante no baja con Clerc. Actuando en la banda derecha solo apareció en ataque para probar al portero rival con inocentes disparos desde fuera del área. Tras el descanso jugó por dentro y no encontró su sitio.
Mina: Gol, asistencia y nada más. Como extremo izquierdo solo aportó el pase de gol a Aspas. Se situó como delantero centro en la segunda parte y no la olió. Incapaz de combinar en corto.
Aspas: Ha malacostumbrado a su club. El único plan del equipo en la segunda parte fue dársela al moañés y que el 10 buscara el milagro. Pese a no estar en su mejor momento y cometer errores puntuales como la pérdida en el 0-2, lo intentó de todas las maneras posibles moviéndose con libertad por todo el frente de ataque. Está listo y preciso en el gol que marca para aprovechar la mala salida del portero.
Nolito (entró por Beltrán): Vivió una pesadilla. Lo único que le salió fue el gol que el árbitro anuló por fuera de juego del Toro. Se cargó con una amarilla estúpida por golpear al portero en el suelo y vio la segunda tarjeta por protestar. Tenía que aportar experiencia y se comportó como un juvenil.
Bradaric (entró por Okay): Demasiado previsible con el balón. El equipo necesitaba más dinamismo en la medular cuando el Levante se quedó con un hombre menos. De sus botas sale el certero envío que remata Nolito al fono de la portería, pero que el árbitro anula por fuera de juego del Toro. No solucionó el desaguisado defensivo en la medular porque era un problema táctico que Óscar no supo leer.
Hugo Mallo (entró por Kevin): Cambio estéril. El marinense no está a estas alturas como para ejercer de revulsivo. Dubitativo hasta para sacar de banda.
Toro (entró por Brais): En vez de sumar, restó. Aunque el Celta estaba pidiendo a gritos la entrada de un punta para rematar los centros, el uruguayo solo apareció para que le señalaran fuera de juego en el tanto anulado a Nolito.
Juan Hernández (entró por Araújo): Sin tiempo.