Prima de seis millones de euros al plantel por la Champions
Gil Marín lo acordó con los jugadores tras el parón. El Atlético se clasificó para la máxima competición europea de manera matemática el sábado ante el Betis
Lo vio lejos el Atlético eso que ya ha conseguido. La clasificación para la próxima edición de la Champions League, que alcanzó de manera matemática el pasado sábado, tras la victoria ante el Betis en el Wanda Metropolitano. El parón de la competición llegó con el Atlético sexto en la tabla. Una propuesta de la Federación, incluso, aquellos días en los que se creyó que a causa de la pandemia no se podría reanudar, dejaba fuera a los rojiblancos de la competición, guiándose por la clasificación en ese momento, ese sexto lugar. Fue cuando LaLiga regresó cuando el consejero delegado del Atlético, Miguel Ángel Gil Marín, acordó con la plantilla una prima de seis millones por ese objetivo, la Champions.
Aún faltan dos jornadas para el final, las que se disputarán este jueves y el domingo, pero, lo escrito, la plantilla rojiblanca ya ha alcanzado esa clasificación, aunque lo que falta por dirimir en las dos fechas que faltan, es el lugar final de los rojiblancos. Si tercero, posición que ocupa en estos momentos, o cuarto, puesto del Sevilla, empatado a puntos (66) pero a quien el Atlético supera en el goal average general (los dos partidos en los que se enfrentaron terminaron 1-1 en el Pizjuán y 2-2 en Madrid).
Desde 2018 se han difuminado las diferencias de clasificación entre un puesto y otro, más allá del honor de ser podio o no, al ser ambos puerta directa a la fase de grupos y, no como hasta entonces, que el cuarto en la tabla debía disputar previa de Champions mientras que el tercero no. Esas siete temporadas consecutivas (ocho ya con esta) de Simeone clasificando al Atlético para la Champions son el hormigón armado del que están hechos los cimientos de la estabilidad económica actual del club.
Miguel Ángel Gil Marín ha estado muy pendiente del plantel, liderando comidas de confraternización en los meses previos a la pandemia, cuando el Atlético debía enfrentarse a retos como el de Anfield, o con charlas después del parón, cuando su presencia en los entrenamientos previos a los partidos en el Wanda Metropolitano, se instauró como una cábala que daba suerte a los rojiblancos para lograr eso. Meterse en la Champions.