MANCHESTER CITY 2-BOURNEMOUTH 1
El Manchester City sufre pero sigue sin perdonar en el Etihad
El Bournemouth nunca se dio por vencido y dio muestras de seguir teniendo fuerzas para pelear la salvación, aunque están en descenso con tres puntos de desventaja.
No paran las victorias en el Etihad Stadium. La mayoría, por goleada. No esta vez, eso sí, en la visita del Bournemouth, que cayó por 2-1 gracias a su empeño por seguir con vida en la Premier League. A pesar de la derrota, el Bournemouth nunca se dio por vencido y dio muestras de seguir teniendo fuerzas para pelear la salvación, aunque están en descenso con tres puntos de desventaja... y un partido más. El gol de David Brooks, en el minuto 88, fue una especie de recompensa triste: buena imagen, cero puntos.
Para el Manchester City fue un nuevo triunfo como local tras el 3-0 al Arsenal, el 5-0 al Burnley, el 4-0 al Liverpool y el 5-0 al Newcastle, para un total de 19 goles a favor y sólo uno en contra. Si todas las zurdas fueran como la de David Silva quizás el fútbol no tendría gracia. El canario lo hizo fácil, demasiado para cualquier otro: una falta directa a la escuadra, la segunda en una semana, y un pase entre líneas a Gabriel Jesús para dejar cerrado bien pronto el resultado. Silva se irá del club este verano cuando finalice su contrato, después de una década en Manchester, y el vacío será inmenso, pero no más grande que el legado que deja. Por cuarta temporada ha alcanzado las 10 asistencias en la Premier League (93 en total desde su llegada, una más que Steven Gerrard, convirtiéndose en el sexto de la historia de la competición), además de contribuir con cinco goles.
Cuando Gabriel Jesús marcó el 2-0, el Bournemouth ya había tenido dos ocasiones claras de Solanke y Stanislas para hacer el empate, mientras que en el segundo tiempo incluso se les anuló un gol de Josh King por fuera de juego, después de llegar al área de Ederson en numerosas ocasiones. Las constantes oportunidades no tuvieron traducción en goles -nueve derrotas consecutivas como visitante-, con todo el banquillo visitante levantado para vivir los últimos minutos de partido... y casi de vida en la máxima división inglesa.