Aguirre no seguirá y el Leganés irá a por Asier Garitano
Aun en caso de permanencia, la continuidad del Vasco es casi imposible. El deseo del Leganés es que Garitano vuelva, aunque hay dudas.
El Leganés ya trabaja en la búsqueda de un entrenador para la próxima temporada. Javier Aguirre, actual preparador de los pepineros, no continuará al frente del equipo salvo sorpresa mayúscula y pese a que él mismo negó que se fuera a marchar. Se trata de una decisión de doble sentido. El técnico no está cómodo con la forma con la que el club ha gestionado asuntos sensibles desde su llegada y en el club han crecido las dudas en torno al mexicano, más si cabe en la última semana con el caso Óscar. El escenario abre la necesidad de buscar alternativas y entre ellas, la que más gusta en Butarque es un viejo conocido. El Leganés intentará traer de vuelta a Asier Garitano.
Es el objetivo fundamental incluso en el escenario más factible de un descenso a Segunda División que, aunque aún es posible evitar, parece ineludible. La pérdida de la categoría sería el principal obstáculo, eso sí, para un fichaje que ya de por sí es complejo. Al sur de la capital hay dudas de si Garitano desearía volver a entrenar en la categoría de plata pese a que, más allá del Leganés, al de Bergara ha tenido malas experiencias en Primera, con sendas destituciones en la Real Sociedad y recientemente en el Alavés.
Juega a favor del anhelo blanquiazul que Garitano nunca ha negado su condición de pepinero. "Para mí, siempre mi campo será Butarque. Eso es así. En Anoeta...bueno, he entrenado a la Real, estoy encantado de estar aquí. Cada vez que he vuelto a jugar contra la Real, contra Eibar o a San Mamés serán partidos diferentes. Especiales. Pero partido, especial para mí será el de Butarque y mi equipo es el Leganés", comentó el propio Garitano al visitar Anoeta allá por el mes de septiembre.
"Yo a Leganés suelo ir, suelo volver. Estoy encantado. Pero ya veremos, ¿no? El fútbol da muchas vueltas. En mi caso ahora es centrarse en que el Alavés se salve, y ya veremos qué pasa. Poca cosa más puedo decir", contestaba ayer en SER Deportivos de la Cadena SER al ser preguntado por un retorno que él mismo no niega, pero que deja en el aire.
El broche con Aguirre
Entre tanto, en el club prefieren obviar cuestiones vinculadas con el futuro del club. Aunque ya se trabaja en el probable escenario de un descenso, se quiere dar prioridad a un final de temporada en el que aún hay opciones de permanencia. A falta de que se juegue el Real Madrid - Alavés, el Leganés está a seis puntos de los babazorros a falta de nueve por jugarse y con un calendario complicado para los vitorianos.
Apuntar en dirección contraria sería ir en contra del propio mensaje que se lanza al vestuario y cuerpo técnico, aquel de batallar y pelear hasta que quede esperanza. Hasta que haya opciones matemáticas. Cuando se consume el descenso, la intención inicial del Leganés hace unas semanas era sondear a Aguirre la posibilidad de que siga en Butarque, aunque ahora hay dudas visto las últimas grietas que se han abierto, especialmente después de que el mexicano dejara entrever que Óscar Rodríguez no jugaba por sugerencia de su entorno. En el Lega siempre han defendido que el jugador estaba lesionado y que no era el momento de lanzar sospechas públicas.
Sucede, además, que el propio Aguirre ha deslizado en alguna ocasión en privado que no le gustaría entrenar en Segunda División, algo que evitaría cualquier posibilidad de acuerdo. "Estoy seguro de que el club tiene que trabajar pensando en muchos escenarios. Yo soy gente de fútbol y lo entendería perfectamente. Entendería que esté pensando en el futuro. El que sea", admitió Aguirre preguntado por esta posibilidad el pasado viernes, en la previa de la visita al Espanyol.
Además de Asier Garitano, el Leganés maneja más nombre en la agenda. Técnicos destacados de Segunda como Iraola, Rubén Baraja o Pacheta entran en el perfil pepinero, eso sí, sin más perspectiva, por ahora, que el gusto hacia sus estilos.