INGLATERRA
Sergi Canós, nueve meses de recuperación y una foto para el recuerdo
"Si me rompo el cruzado, por lo menos monto un espectáculo de 10 minutos, lo mío fue muy poca cosa", bromea el extremo del Brentford, que en octubre se rompió la rodilla.
Tres días antes de jugar la final de la Europa League contra el Sevilla, el Liverpool de Jürgen Klopp disputó su último partido de la Premier League de aquella temporada. El tercer cambio, a diez minutos del final, supuso el debut de Sergi Canós con el primer equipo, que tres años antes había llegado procedente del Barcelona. "Esos 10 minutos no me los quita nadie", recuerda Canós a AS. "Estaban mis padres y mi hermana en la grada, me llevé la camiseta firmada por todos. Al salir del campo, la sonrisa de mi familia fue inolvidable". A pesar de ese gran paso en un proyecto que ya se intuía ganador, el español decidió no aceptar la oferta de renovación: "En el Liverpool había muchos jugadores. Me ofrecían renovar, pero no me veía allí cinco años más. No quería estar jugando con el filial y entrando poco en el primer equipo, yo creo que tomé la decisión correcta, tenía que salir".
Después de una fugaz etapa en el Norwich, el Brentford llamó a su puerta. Y no se ha vuelto a mover de Londres. Ya es su cuarta temporada allí -quinta si tenemos en cuenta la que estuvo cedido, en edad adolescente, marcando sus primeros siete goles como profesional-, tiempo suficiente para haberse convertido en uno de los favoritos de la afición.
Pero este octubre, en uno de los primeros partidos, la suerte le dio la espalda: rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda. "Fue contra el Nottingham Forest", recuerda. "Contra ellos metí mi primer gol como profesional con 18 años y contra ellos me destrocé la rodilla". Y así lo cuenta: "Llevábamos tres partidos en una semana y yo venía de jugar completos los dos anteriores. Era el minuto 88: voy a un balón dividido, le quito el balón al delantero, me mete un poco el codo, caigo mal y al apoyar la pierna la rodilla se me va para atrás. Ahí sentí como una metralleta en mi rodilla, como si dos huesos se juntasen, y caí al suelo. Yo quería seguir en el partido y me levanté. Volví a caminar, empecé a correr... y me caí de golpe. No podía jugar, pero me fui andando al vestuario", un detalle de alcance, sobre todo por lo que pensó después.
A pesar de que esa misma noche, en su casa, era capaz de aguantarse "con una sola pierna", había algo que no iba bien en su rodilla. "Cuando pasaron los días y me dijeron que era el cruzado, que me tenía que operar y que me perdía toda la temporada... Ahí pensé, ¿y toda esta gente que se rompe el cruzado y entran las camillas al campo y se monta un show con ambulancia y un montón de médicos? ¿Yo por qué salí caminando? ¡No me jodas, qué mala suerte! Si me rompo el cruzado, por lo menos monto un espectáculo de 10 minutos en el césped, lo mío fue muy poca cosa", bromea sobre su lesión, que le ha tenido nueve meses fuera.
El Brentford es el equipo más en forma de Championship. Cinco triunfos seguidos -cuatro tras el parón- sin haber recibido ningún gol han colocado a los 'bees' terceros, a la estela de West Brom y Leeds, con el objetivo de lograr el ascenso directo a la Premier League.
"Lloré mucho el día que me dijeron que tenía que operarme. Tenía a mi madre y a mi tío Antonio y lo lloré todo", explica Canós. Pero fue un golpe que le sirvió para enfocar su recuperación del modo correcto: "A partir de ahí me mentalicé para ser un ejemplo. Quería que la gente viese que el trabajo y el sacrificio dan buenos frutos, por eso subí vídeos y fotos a mis redes sociales, enseñaba los pasos que iba dando cada semana. Antes no lo sabía, pero gracias al cruzado me he dado cuenta de lo importante que es la recuperación. Se puede volver mejor de lo que estabas antes".
Precisamente, la temporada anterior había sido la mejor de sus 23 años. Acabó con nueve goles y siete asistencias, incluso teniendo relevancia como carrilero derecho, una posición a la que se tuvo que adaptar: "Estoy muy orgulloso de mi época de Dani Alves. El año pasado lo recuerdo con muy buen sabor de boca porque me sobrepuse a muchas dificultades". Aunque lo más más valioso de la lesión ha sido comprobar que no estaba solo: "Es muy fácil estar a mi lado cuando meto gol o soy el Man of the Match por Sky Sports. Pero donde más cuenta es cuando te rompes el cruzado, te tienes que operar y estás solo. ¿Quiénes están ahí? Esos son los que cuentan. Y yo tengo de esos. Es lo que más me emociona de haber estado lesionado: tengo una familia que si la eligiera no me saldría igual".
Sergi Canós publicó un mensaje hace unos días felicitando al Liverpool por su título de liga. La foto que eligió fue la de su debut, cómo no, con Klopp dándole una palmadita. "Me acuerdo de Chirivella, sigo hablando con él. Jugué con Ryan Kent y Harry Wilson y los tres éramos extremos. Siempre había uno que iba al banquillo, había buen nivel. Trent Alexander-Arnold jugaba en el sub-18 y ya era el capitán", rememora de sus años en la cantera 'red'. El objetivo, ahora, es jugar contra ellos el año que viene.