Aprobados y suspensos del Real Madrid: Marcelo y Ramos acercan la Liga
El brasileño, en un fogonazo, provocó un penalti que no desaprovechó el capitán, de nuevo el héroe de su equipo. Courtois, otra puerta a cero...
Courtois. Hay una secuencia inalterable tras el parón: salva Courtois, gana el Madrid. En el 16’ se quitó con los puños un remate de Raúl García, en el 54' evitó el remate de Iñaki Williams y siempre transmitió seguridad. 20 puertas a cero en 39 partidos. Sí: 20 puertas a cero en 39 partidos.
Carvajal. Jugador muy regular, es como si con el adiós de Achraf estuviera haciendo un sobresfuerzo para tranquilizar a quien pudiera inquietarse. Generó peligro arriba y lo evitó abajo.
Militao. Tenía un examen dificilísimo porque no hay respuestas cuando Iñaki Williams está juguetón y se doctoró, secándole al delantero en dos carreras e imponiéndose por arriba. En su decimosegunda titularidad, comenzó a enseñar lo que Juni Calafat vio para querer ficharle.
Ramos. El día que no marque va a ser noticia. Central de posición, delantero de vocación y salvador de alma, ha metido los últimos 22 penaltis que ha chutado, 8 en esta temporada en la que lleva 10 goles en Liga. Que no se relaje Benzema, porque el capitán es capaz de cualquier locura. Despejó, providencial, en el área pequeña en el 92', tras lo que vio una amarilla que le hace ser baja para el Alavés.
Marcelo. Su presencia en el campo se justifica incluso en citas como las de hoy, en las que pasa desapercibido, porque cuando dice "aquí estoy yo" el partido es otro. Por algo sumó su triunfo 350 de madridista, provocando un penalti que, Ramos mediante, empieza a teñir la Liga de blanco.
Fede Valverde (cambiado en el 85'). Hay por los estadios un cartel de 'Se busca' con la cara del uruguayo, al que Zidane ha desorientado con tanto cambio de posición. Está más impreciso con el balón y cubre menos campo.
Casemiro. Cemento para el centro del campo, lo mismo se lanza a por todo el Getafe que es quien más alto ruge en La Catedral.
Modric. De esas tardes en las que se mueve como si tuviera 24 años en vez de 34. Asumió protagonismo con balón en una plaza complicada. La suya fue una actuación más estética, de pinceladas, que práctica.
Rodrygo (cambiado en el 74'). Está pasando de niño a hombre anatómicamente, y se nota. Ante el Getafe, confiado, encaró y se fue, como en San Mamés. Pudo marcar de cabeza en el 22’, desbordó por su cuenta y en asociación con Benzema. Llegó a ponerse a 33,4 km/h.
Benzema (cambiado en el 93'). Se quedó sin premio después de un cabezazo en la primera mitad y un tiro flojo ante el portero en la segunda.
Asensio (cambiado en el 74'). Intermitente porque le precede una odisea, ofrece señales de que volverá a ser lo que fue. Se atrevió con una falta en el 4’ y sirvió dos balones, a Rodrygo en el 22’ y a Benzema en el 46’, que parecían llevar un chip teledirigido a sus cabezas.
También jugaron:
Lucas Vázquez (entró en el 74'). Primeros minutos tras el parón para el gallego, que aportó su innegociable trabajo.
Vinicius (entró en el 74'). Muy vertical y solidario atrás en los minutos finales, cuando todo esfuerzo era poco.
Kroos (entró en el 85'). Su sutil toque mejoró cada jugada en la que participó. Puso a Benzema delante de Unai Simón.
Jovic (entró en el 93'). Sin tiempo para nada salvo para lo más importante: reaparecer después de superar una dura lesión en marzo.