NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

REAL MADRID

Los traumas del Zizou jugador que le impiden confiarse en Liga

En su etapa en activo, el ahora técnico del Madrid vio cómo se le escapaban dos ligas con todo a favor, una con la Juventus y otra con el equipo blanco.

Madrid
SImeone y Zidane, durante un Juventus-Lazio.
Claudio Villa/ Grazia Neri

"La realidad es que quedan seis partidos, 18 puntos. Matemáticamente, hasta que no seas campeón, no puedes decir nada, tienes que jugar y respetar al rival. Estamos bien, hay que continuar, hay que seguir, pero los rivales siempre están ahí y van a hacer todo lo posible para ganar, hasta el final. Nada de confianza, nada de decir que esto se acabó. Para nada, para nada". Así respondía Zidane a una pregunta sobre si los pinchazos del Barcelona ante Sevilla, Celta y Atlético y la percepción general de que el Madrid tiene hecha la Liga podrían inducir a una relajación en el vestuario del Real Madrid; el francés, hombre relajado por naturaleza, sonó especialmente vehemente.

Y de hecho, cuando el responsable de Prensa se disponía a dar el siguiente turno de palabra en una de las ya habituales ruedas de Prensa telemáticas, Zidane le interrumpió para añadir, invadido por los recuerdos del pasado: "Y digo más, lo he vivido como jugador, esta situación. Hablo de algo que he vivido, de mi experiencia. Los jugadores lo saben, que no hemos ganado nada, absolutamente nada". El palmarés de Zidane cuenta con un sinfín de luces, pero también alguna sombra que seguro le impulsó para hacer esta reflexión. En concreto, hay dos debacles ligueras en su historia como jugador de las que aprendió una valiosa lección para estos momentos.

Cae Zidane, vence Simeone

En mayo del año 2000, Zidane todavía desplegaba su magia en Italia, vistiendo los colores de la Juventus de Turín. El presidente del Real Madrid aún era Lorenzo Sanz, aunque a Florentino le faltaban apenas dos meses para llegar a la presidencia, con Figo de la mano y con la promesa, también, de incorporar al francés a las filas blancas. No lo lograría ese verano, sí el siguiente, el de 2001. Eran años de enorme dominio de la Juventus en Italia, aunque batallando con rivales potentes: el Milán de Shevchenko y Maldini, el Inter de Ronaldo, Vieri y Zamorano... y el Lazio forjado a golpe de talonario con Mihajlovic, Nesta, Nedved, Simeone, Verón o Boksic. 

En una Serie A entonces de 18 equipos y con 34 jornadas, la ventaja en la 31 para la Juve era de cinco puntos sobre el Lazio, mayor que la presente del Madrid, incluso en caso de que gane al Getafe este domingo. La Vecchia Signora titubeó y llegó a la última jornada con sólo dos puntos de ventaja, valiéndole el empate para ser campeón. Y ahí se consumó el desastre: el Lazio hizo los deberes, venciendo 3-0 al Reggina en Roma (goles de Inzaghi, Verón y Simeone) y la Juventus sucumbió ante un equipo de mitad de tabla como el Perugia (1-0), entonces en sus filas con un jovencísimo Materazzi; Zidane jugó los 90 minutos de aquel desastre que el Cholo atesora como uno de los principales ejemplos de que, en el fútbol, no existen verdades absolutas.

El Galacticidio de Montjüic

La otra debacle de Zidane en Liga es mucho más conocida para la afición española y en concreto para la madridista, pues sucedió con Zizou vistiendo ya la blanca y habiendo conquistado ya la Champions League de 2002, con aquella volea inmortal. Si lo de la Juventus en 2000 fue una muerte lenta, confirmada por un golpetazo final, lo del Madrid en la 2003-04 de la mano de Carlos Queiroz fue un desvanecimiento en toda regla, causado principalmente por la derrota en la final de la Copa del Rey ante el Zaragoza en Barcelona, con aquel gol de Galletti. 

Zidane, durante la final de Copa 2003-04.
Ampliar
Zidane, durante la final de Copa 2003-04.REUTERS

Después de aquello, los blancos cedieron ante el Mónaco en cuartos de final de la Champions y perdieron siete de las últimas diez jornadas de Liga. Un equipo que parecía lanzado a por el triplete se quedo a cero. A diez jornadas del final, el Madrid aventajaba al Valencia en cuatro puntos y era líder; al final del campeonato, los blancos finalizaron cuartos, a siete puntos del campeón ché y por debajo también de Barcelona y Deportivo. Aquel partido en Montjüic ante el Zaragoza, pasó a ser conocido como 'El Galacticidio'.