1x1 del Barça: Riqui Puig, el único motivo de alegría para el culé
El joven centrocampista completó su mejor partido con el primer equipo, demostrando que a día de hoy es fijo en el once.
Así fue la actuación de los jugadores del Barcelona en el empate en el Camp Nou (2-2) ante el Atlético de Madrid.
Ter Stegen: El portero alemán detuvo un penalti a Diego Costa, pero el VAR se lo invalidó porque no tocaba la línea de gol con los pies. Luego no pudo hacer nada con el lanzamiento posterior de Saúl. Estuvo a punto de parar la segunda pena máxima de Saúl, pero al final el balón se le escapó por milímetros. Realizó dos enormes asistencias de casi cincuenta metros a Messi, demostrando su gran técnica con los pies. Hizo la vista en dos jugadas, que afortunadamente no acabaron dentro.
Semedo: Protagonista en el partido. Sus incursiones por la banda fueron el recurso más utilizado por el equipo en la fase ofensiva. Tanto es así que al final acabó provocado el penalti a favor. Desgraciadamente, también fue protagonista en la otra área, al tocar ligeramente a Carrasco, que se tropezó posteriormente. El lateral portugués está en un momento de forma excepcional.
Piqué: Sufrió más de la cuenta para frenar a Carrasco, teniendo además problemas a la hora de la anticipación. Le hicieron un penalti de manual en un salto, pero parece que el VAR tiene criterios distintos según el área que se encuentre.
Lenglet: Sobresaliente en todos los sentidos. Se las tuvo que ver con el jugador más en forma del Atlético, Marcos Llorente, saliendo claramente ganador en todos los duelos. El central francés se mostró contundente y seguro en la mayoría de sus acciones.
Alba: Irregular. No le perdió nunca la cara al partido, pero sufrió muchísimo por su banda, donde Simeone acabó poniendo toda la carne en la fase ofensiva. Sólo en una ocasión pudo conectar con acierto con Messi.
Sergio Busquets: Estelar. Partido para enmarcar del internacional. Perfecto en todas sus acciones, tanto en fase baja como en fase alta. Siempre atento a la hora de buscar los pases entre líneas y recuperar lo balones divididos. Extrañamente Setién decidió sustituirlo en el minuto 83 por Ansu Fati.
Rakitic: El croata no estuvo nunca en el partido. Mal situado, con pocas soluciones defensivas y aún menos en ataque. Sólo una acción de mérito, en una recuperación de un balón con posterior remate que respondió Oblak con acierto. No estuvo al mismo nivel que en sus últimos partidos. Fue el primer cambio de Setién.
Arturo Vidal: El chileno se prodigó en sus entradas desde la segunda línea buscando el gol, pero sin excesivo acierto. Compendio de sacrificio y trabajo en el campo, su aportación siempre es vital para el equipo. Lamentablemente su ímpetu a veces le pasa factura, como el penalti que provocó por su exceso de celo,
Riqui Puig: El mejor. Sin paliativos. Un partido sólo al alcance de un crack. Completísimo a la hora de distribuir el juego, buscar líneas de pase y hasta encontrar superioridades. Su conexión con Messi fue simplemente mágica. Además, el chaval se pone el mono de trabajo cuando no tiene el balón. A este nivel quitarle del once es simplemente una herejía.
Messi: Marcó su gol 700 como profesional como sólo lo puede hacer el mejor jugador del mundo: con un lanzamiento suave y medido de Panenka desde la pena máxima. Estuvo muy cerca de batir hasta en dos ocasiones a Oblak, pero unas veces el portero y otras la mala suerte, evitó que aumentara su cuenta goleadora. En el primer gol tuvo una participación activa al lanzar el córner que remató en propia puerta Diego Costa. Intentó en otra ocasión un gol olímpico y lanzó una falta esquinada, que a punto estuvo de entrar. Estuvo muy metido en el partido y discutiendo con el árbitro en varias ocasiones. Acabó viendo la amarilla por impotencia, al chutar un balón que le habían pitado falta.
Suárez: Mal. Así de simple y duro. Si ante el Celta sus goles salvaron de una debacle aún mayor, ante el Atlético su aportación fue nula. Lento, pesado, sin dinamismo, embarullado, poco participativo. A este nivel, Setién tendría que buscar otras soluciones en la plantilla, porque es más una rémora que otra cosa.
Sustituciones
Sergi Roberto: Se ubicó en el mediocampo, sustituyendo a un Rakitic poco acertado. Intentó dar brío y potencia al juego. Lo consiguió en parte.
Fati: El delantero lo intentó, pese a contar poco más de diez minutos. Es un peligro constante y debería estar más en el campo. La jerarquía y los galones de otros jugadores pesan, pero hay que valorar sobre todo el rendimiento.
Griezmann: Sigue siendo una sombra de lo que fue, pero al menos demostró tener amor propio al salir a recuperar un balón que había perdido él mismo. Jugó cuatro minutos y costó 120 millones. Calculen ustedes mismos…