Arda termina su contrato con el Barça en horas: así ha sido su declive
El turco acaba contrato con el Barcelona este 30 de junio. Firmó cinco años cuando ficho desde el Atlético y los ha cumplido como ya avisó en AS.
Arda Turan dejó el Atlético de Madrid como un hombre clave para Diego Pablo Simeone. El turco se convirtió en un fijo en la banda por su calidad sumada a una enorme capacidad de entrega. Clave en la Copa del Rey conquistada en el Bernabéu, donde se dejó su melena, y en LaLiga 13/14 conquistada en el Camp Nou, su baja en la final de la Champions ante el Real Madrid en Lisboa fue determinante.
Figura del Atlético, el de Estambul aceptó la oferta del Barcelona que dejaba a los rojiblancos con 35 millones de euros en caja pero sin un jugador fetiche para Simeone, que lleva años tratando de encontrar alguien que cumpla con lo que hacía ese 10 poco 10. Hoy, se termina ese compromiso.
Sus inicios en Barcelona ya fueron torcidos. El club catalán estaba sancionado y no podía inscribir a Arda que aunque llegó en julio no pudo debutar hasta enero de 2016, ante el Espanyol en Copa del Rey. Luis Enrique, su entrenador las dos primeras temporadas en Barcelona, no acabó de estar convencido con la presencia de centrocampista que alternó titularidad y suplencias en su primera temporada con más minutos en partidos de menos enjundia. Al final de la segunda, entre lesiones y rendimiento apenas contaba.
En su tercer verano allí se le buscaba salida pero no se concretó. Con Ernesto Valverde ya en el banquillo, Arda se quedó media temporada en la que no pisó el verde en partido oficial a las órdenes del Txingurri. Ese mismo invierno, se iría cedido al Basaksehir después de 55 partidos en los que marcó 15 goles y dio once asistencias. Arda, que acaba contrato este martes, nunca más volvió a vestir la camiseta azulgrana pero siempre respetó su compromiso con el club de la Ciudad Condal. "Yo quise que mi contrato con el Barça continuara", explicó en AS. Así, hasta hoy.
Las cesiones en Turquía no fueron fructíferas ni para el Barcelona ni para el jugador. A los pocos meses de volver su país, empujó a un línier durante un encuentro ante el Sivasspor y fue sancionado con 16 jornadas fuera. Un balance de dos goles en 39 partidos repartidos dos temporadas y algunos partidos de la 17/18. Un mal balance, en definitiva.
No le fue mejor fuera del verde: investigaciones por vínculos con golpistas, peleas, tenencia de armas e incluso por el derribo de una vivienda por culpa de unas obras en un inmueble cercano de su propiedad. De todos estos líos, el que más trascendió fue una pelea con el cantante Berkay Sahin al que rompió la nariz de un cabezazo. Más tarde, el futbolista se presentó armado con una pistola en el hospital donde estaba Sahin y disparó en repetidas ocasiones al suelo para amenazarle. Esto le ha costado una condena de 2 años y ocho meses de cárcel, de momento, suspendida si no reincide. Casi la mitad de lo que firmó en Barcelona.
Desde el 4 de enero de este año, Arda volvió a ser a todos los efectos jugador del Barcelona, club que abandonará hoy con más pena que gloria.