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VALLADOLID - GETAFE

Bajo un sol abrasador

Se esperan 34 grados a la hora del partido. Cinco ausencias locales. Los azulones, a recuperar la sonrisa. Los pucelanos quieren firmar la permanencia en Zorrilla.

El calor en Zorrilla no procederá de unas gradas que volverán a estar vacías.
PHOTOGENIC/MIGUEL ANGEL SANTOS
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Javier Tebas logró poner el fútbol en marcha, pero ahora llega la prueba de fuego. ¿Se puede jugar en Valladolid con los 34 grados previstos hoy a la hora del partido? En teoría, como declaró ayer Sergio González, entrenador blanquivioleta, se dijo que "no se jugaría con más de 26 grados". Ahora se verá la cintura de LaLiga para cambiar el horario y proteger a los actores principales: los jugadores y los árbitros. Sin embargo, no hay mucha esperanza en que haya cambios ya que también se afirmó que los equipos no jugarían con menos de 72 horas de diferencia y el Valladolid jugó ante el Atlético el sábado a las 22:00, acabando a las 24:00, y hoy compite a las 19:30. Más allá de este asunto, Real Valladolid y Getafe acuden al duelo con intención de sumar de tres en tres para acercarse a sus respectivos objetivos (sigue el partido en directo en As.com).

En los blanquivioletas, Sergio González volverá a un equipo más reconocible tras la revolución en el Metropolitano, aunque con el hándicap de tener cinco bajas. De esta manera, volverá a la portería Masip; en defensa jugarían Moyano, Olivas, Salisu y Nacho; con Plano, Joaquín, que adelantaría su posición, Alcaraz y Toni Villa en el centro del campo; y Guardiola y Enes Unal en la punta del ataque. Los pucelanos quieren firmar la permanencia en los partidos en Zorrilla y el duelo ante el Getafe es una buena oportunidad para sumar tres puntos más.

El Getafe, por su parte, no ha arrancado bien. Se fue envuelto en euforia y ha regresado entre dudas: dos empates y una derrota. Bordalás insiste en el mismo equipo tipo con el que se fue, aunque cada jornada le da un pequeño retoque por el cansancio acumulado, pero limitado por las bajas. Arriba, Jorge Molina es el que ha mostrado mejores maneras, mientras que Mata, que vuelve al campo que le adora, está lejísimos de su mejor forma.