ATLÉTICO DE MADRID - REAL VALLADOLID
Landáburu: "Atleti y Valladolid juegan de manera similar"
En los años 70 jugó de blanquivioleta, en los 80 de rojiblanco y ganó cuatro títulos, dos con el Barça. Ahora el palentino preside una fundación de ayuda a los más necesitados.
Hoy se enfrentan su primer y último equipo… ¿qué sentimientos tiene usted?
De los dos guardo muy buenos recuerdos, en ambos jugué seis temporadas. En el Real Valladolid empecé muy joven, con 17 años, en Segunda. Mi mundo hasta entonces había sido mi pueblo, Guardo, en Palencia, y el colegio San José en Valladolid, donde estaba interno. Me vi metido en un vestuario de futbolistas profesionales, pero me acogieron fenomenal. Tengo buenos recuerdos. Del Atlético de Madrid también buenos recuerdos. Ya había estado en el Rayo y en el Barcelona. Había una plantilla muy maja, muy buen ambiente.
La salida del Atlético no fue la deseada, quizás…
No, la verdad. Fue lo único que empañó mi paso por el Atleti. Tuve un problema con el presidente, con Jesús Gil, y acabamos en el Juzgado de los Social a cuenta del contrato. Me despidió y gané el pleito… pero estuve bien en el Atleti.
No se planteó entonces volver para acabar su carrera en Valladolid como muchos otros…
La verdad es que el último año en el Atlético fue complicado, terminó con el despido y acabé quemado, la verdad. Los hijos ya estaban estudiando y en ese momento pensamos que no compensaba.
Usted coincidió en el Barça con Schuster, en el Atlético con Futre… palabras mayores…
Schuster era un jugador con unas facultades y una clase espectacular. Llegó muy joven al Barça, había sido la revelación de la Eurocopa y era un jugador muy bueno, muy elegante. Futre era de otro estilo, mucho más explosivo, más goleador, más delantero. También era muy bueno.
¿Ha cambiado mucho el fútbol de los años 70 y 80 a ahora?
Muchísimo. Cuando yo empecé a jugar los equipos no tenían preparador físico, no existían. Ha cambiado a nivel físico, técnico, ahora se juega con mucha más presión, más desgaste. Disfruté un montón del primer mundial en México, el de 1970, el que ganó Brasil, pero ahora cuando veo esos partidos pienso que iban andando (Risas).
¿Cuál es su mejor recuerdo como Atlético?
Yo creo que la final de Copa que le ganamos al Athletic en el Bernabéu, ese año quedamos subcampeones de Liga. Fue una temporada muy buena.
¿Y como blanquivioleta?
Pues tengo la espina de que no conseguí ascender en los seis años que estuve. Tengo un muy buen recuerdo de un gol que le marqué al Tenerife desde el centro del campo. Son de esas cosas que mis nietos me han oído y me oirán contar muchas veces.
¿Cree usted que los jugadores de ahora están menos comprometidos con la sociedad?
No, creo que los jugadores, los deportistas, son, en general, parte de un grupo y saben que no están solos en el mundo.
Se lo decía porque usted lleva tiempo vinculado a asociaciones de ayuda a los más desfavorecidos, a los inmigrantes, es presidente de la Red Incola desde el pasado mes de octubre… ¿Cómo empezó a involucrarse en estas cuestiones sociales?
Me llamaba la atención que un grupo de gente joven se volcara en ayudar a los más necesitados los lunes y los miércoles. Empecé viniendo como voluntario en 2008 haciendo una cosa muy sencillita que era preparar los termos de café caliente para un grupo de voluntarios que salen un par de días a la semana con la gente que vive en la calle, en cajeros, debajo de los puentes… Y empecé a salir con ellos, a conocer esa realidad y creo que ver de cerca esa realidad te anima a tratar de paliarla en la medida que pueda. Me llamaba la atención que hubiera gente que se entregara a los demás de manera desinteresada y voluntaria y que se preocupe por los demás. Me fui involucrando más, empecé a colaborar, porque una de las cosas buenas del voluntariado es que cada uno puede ayudar en la medida de sus conocimientos y posibilidades. Siempre hay cosas que uno puede aportar. A mí se me dan bien las bases de datos, la informática y fui haciendo cosillas…
¿Cuánto tiempo le dedica ahora?
Ahora estoy todo el tiempo volcado con esto. En octubre abandoné otra fundación que se llama Entreculturas cuando me nombraron presidente de Red Incola. Me parece que es una actividad muy interesante, me atrae mucho y me siento muy a gusto con la gente de aquí, con sus 15 trabajadores y más de 300 voluntarios.
¿Qué hacen en Red Incola? ¿A cuánta gente atienden?
Pues apoyamos a las personas que lo necesitan sean españoles o extrenajeros. Tenemos desde un banco de alimentos, a un servicio de empleo, damos clases de español a los niños que los necesitan. Ahora con el COVID-19 hemos traducido las normas, las indicaciones, a los diferentes idiomas. Calculamos que podemos atender a unas 2.000 personas, a familias.
Parece que con el COVID-19 ya ha pasado lo peor… ¿han tenido más trabajo o ha sido diferente?
Ha sido diferente. Hay que tener en cuenta que ha pasado lo peor sanitariamente, pero nosotros nos tememos, ya lo estamos percibiendo, un aumento de las necesidades en el día después para gente que ha perdido el empleo.
Ayudar a la gente, ¿le produce más o diferentes satisfacciones que el fútbol?
Diría que diferentes, ayudar a la gente te provoca satisfacciones más profundas. Cada época tiene su momento. Cuando era futbolista estaba metido en esa historia y ahora estoy en esta y las dos cosas son muy gratificantes.
Ahora que se ha vuelto a despertar el debate del racismo en el mundo y en España… ¿usted percibe que hay racismo en nuestro país desde la óptica de una persona que convive todos los días con inmigrantes?
Yo creo que sí, pero tenemos ciertos prejuicios. El racismo va más orientado hacia la pobreza, que hacia el origen, hacia las razas. Es más clasista que racista. No hay problemas con el jeque que va a veranear a Marbella, pero sí con los árabes, los que llamamos despectivamente moros, que son gente pobre que está necesitada.
Para acabar, volvamos al fútbol, ¿qué partido espera hoy en el Metropolitano?
Es un partido con dos equipos que están jugando de una manera bastante similar. Con mucho orden, con mucha disciplina y olvidándose un poco del balón. Les importa poco que lo tenga el contrario siempre que tenga opciones de salir rápido y pillarlo al contragolpe. Va a ser un partido interesante.