Pogba borra la sonrisa de Mourinho
Tottenham y Manchester United han empatado este viernes (1-1) en su primer partido de Premier League tras el parón por la pandemia de coronavirus.
En la que ha sido una temporada prácticamente en blanco para Paul Pogba, tras una salida frustrada rumbo al Bernabéu y una lesión que le ha hecho jugar apenas nueve partidos en todo el curso, el francés ha podido apuntarse un pequeño trofeo personal: borrar la sonrisa de Mourinho cuando el portugués acariciaba su propia revancha contra el United. La relación entre ambos distaba de ser la mejor y hoy, en el retorno al fútbol tras el coronavirus, ha sido el propio Paul el encargado de forzar un penalti diez minutos antes del final para arrebatar el triunfo a los spurs. Un resultado que no contenta a nadie salvo al Chelsea, que mañana podría aumentar distancia con dos perseguidores directos en el duelo por conseguir un plaza Champions.
Los red devils, conscientes de que una derrota dejaba al Tottenham prácticamente fuera de la lucha por Europa, salieron espoleados al verde del Nuevo White Hart Lane con la idea de quitarle el balón a los de Mourinho, al que nunca le ha importado entregar la posesión para jugar al contraataque. A pesar de que tuvieron las mejores oportunidades de la primera mitad, sobre todo gracias a un Rashford que no habría jugado este partido de no ser por el parón, lo cierto es que los spurs fueron capaces, una vez más, de sacar la doble cara de un David De Gea que es capaz de lo mejor… pero también de lo peor. El encargado de sacar su lado más oscuro fue, en la primera mitad, un Bergwijn que demostró lo importante que es el físico en este retorno tras el coronavirus. El roto, el baile y el descosido que le hizo a la defensa del United con apenas dos esprints fue para enmarcar, aunque su disparo, seco y a las manos del guardameta español, debería haber sido detenido por un De Gea que no se lo podía creer. Poco después, sin embargo, sacó una mano preciosa ante un potente cabezazo de Son cuando ya se cantaba el gol.
En la otra portería, sin embargo, estuvo un Lloris que sí que sacó lo mejor que tenía dentro, prodigándose con varias paradas de mucho mérito y haciéndose prácticamente inexpugnable. Los de Solskjaer, de hecho, solo pudieron batirle desde los once metros por medio de Bruno Fernandes tras un penalti inexplicable de Dier sobre Pogba, que había entrado en la segunda mitad y que forzó la pena máxima diez minutos antes del final. Además de este resultado, que deja a los red devils a dos puntos del Chelsea y al Tottenham a seis, el Southampton fue capaz de asaltar la casa del Norwich con tres goles en la segunda mitad que condenan aún más al retorno de los canaries a la Championship la temporada que viene