El Atleti y LaLiga de Luis

"Los objetivos se logran en las últimas diez jornadas", decía siempre Luis Aragonés. El Atlético se enfrenta a ese reto: alcanzar los puestos Champions en las diez jornadas que quedan. Puede, lo decía Luis. Debe, también. Porque la estabilidad económica del club depende de eso, avisan desde sus oficinas. Eso o vender jugadores que supondrían traumas (léase Thomas, quien por otro lado tiene la margarita más cerca del no que del sí; léase Saúl, léase jugadores que son más que importantes, referentes). 

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Simeone debe lograrlo en un mes y tres días, que es el tiempo que transcurrirá entre la jornada 29ª y la última, el fin de esta Liga marcada por el coronavirus: cuando los equipos debían estar preparándose para iniciar la próxima temporada están terminando ésta. Y gracias, en Francia esa posibilidad se desestimó durante los tres meses de encierro. Porque la competición se reinició para los rojiblancos entre viejos vicios, los pasos atrás y los empates (13º esta temporada ya, demasiados para un equipo que aspiraba a todo el pasado agosto). El empate en San Mamés aportó un punto que en nada varía su clasificación, 6º, puestos Europa League, pero al menos la jornada no castigó. De sus rivales directos sólo ganó el Sevilla, que aunque empatara ayer ante el Levante ya se escapa, mirando ese tercer puesto como si ya pudiera inscribirle el nombre. 

Al menos el empate de la Real Sociedad, 4º, (ante Osasuna, precisamente) y la derrota del Getafe, 5º, (ante el Granada) hacen menos malo ese punto en San Mamés. La Champions sigue a un punto. Y si el Atlético no falla en LaLiga de Luis puede alcanzarlo. Cinco partidos en casa, cinco fuera, donde no gana desde diciembre, y un final, por cierto, contra esos dos rivales directos: Getafe penúltima jornada y Real última. Ojo.

Los diez partidos que le faltan al Atlético