El Tenerife no pudo en el Heliodoro y el Málaga no supo

No hubo goles en el Heliodoro que deja a Tenerife y Málaga en zona peligrosa. Los tinerfeños no pudieron doblegar a un cuadro malacitano que jugó con diez toda la segunda parte.

Sorprendió Baraja con el once blanquiazul en el que se estrenó Lluis López, además de apostar por Aitor Sanz, Moore y Lasure, mientras que Pellicer eligió el equipo previsible, con la presencia del ‘perdonado’ David Lombán en el centro de la zaga. El choque empezó con llegadas y en dos minutos, primero avisó el Tenerife y enseguida replicó el Málaga con un cabezazo que fue a las manos de Ortolá.

Poco a poco fue bajando el frenesí y el duelo no tuvo dueño claro hasta que Mikel Villanueva se confió demasiado y Moore le robó el balón que terminó en el área pequeña donde Dani Gómez disparó incómodo y alto (12'). El Málaga parecía tocado y los insulares volvieron a estar cerca del 1-0, pero Joselu no supo remachar y su tiro dio en el palo (19’).

Los de Baraja hacían daño por las bandas, sobre todo por la derecha con las subidas de Luis Pérez y Moore. Otra vez la tuvo el Tenerife con un disparo de Dani Gómez que repelió Munir (22'). Los malacitanos, vestidos de rosa, no encontraban huecos ni se veían cómodos en el campo para salir a la contra.

Pasada la media hora, otra vez la tuvo Joselu, pero no consiguió cabecear una gran jugada de Luis Pérez, de lo mejor de la primera mitad. De allí al descanso, se animó un poco más el conjunto visitante, pero Keidi Bare vio dos amarillas en tres minutos y dejó a los suyos con diez.

A la vuelta del vestuario, el Tenerife trató de sacar provecho de la superioridad numérica y pronto lo demostró, pero el colegiado invalidó el gol de Dani Gómez por fuera de juego de Joselu (47') en la jugada previa. Pellicer, en tanto, reforzó la retaguardia con los ingresos de Diego y Boulahroud.

Movió fichas también Baraja metiendo a Nahuel y Javi Muñoz buscando poder sorprender a la firme defensa rival que casi resignó irse hacia Ortolá. Mientras, Dani Gómez controló mal y al disparar a puerta se encontró con las manos de un seguro Munir. Y nada más entrar, Renato tuvo el gol del Málaga, pero paró el meta tinerfeño.

En la recta final, el Tenerife fue sin demasiadas ideas en busca del gol que se resistía. Miérez, que había entrado para fijar la defensa, cabeceó apenas desviado en la que sería la última aproximación con peligro de un Tenerife que no supo doblegar a un Málaga con diez.