El Toralín mantiene su normalidad
La Deportiva remontó el gol inicial de Nino con dos tantos de Russo y Pablo Valcarce para sumar una nueva victoria en su estadio.
La Deportiva regresó a su propia normalidad en El Toralín con una trabajada victoria ante un Elche que se adelantó en el marcador con un gol de Nino y que luego vio cómo Russo y Pablo Valcarce le daban la vuelta al marcador para dejar los tres puntos en Ponferrada.
Ponferradina y Elche dejaron de lado la incertidumbre de la primera jornada postpandemia y saltaron al campo proponiendo un fútbol de ataque y de búsqueda constante de la portería rival. Tanto fue así, que en el primer minuto pudieron marcar los locales tras una contra conducida por Son que terminó con un centro de Nacho Gil y un cabezazo de Kaxe que detuvo Edgar Badía.
El Elche buscaba más control del balón mientras la Deportiva salía a la contra con peligro. El plan parecía funcionarle mejor a los de Bolo, que sumaron varias llegadas peligrosas, aunque volvieron a adolecer de falta de puntería. Pero el Elche tiene a Nino, al que se le caen los goles, y en la primera que tuvo, ya rozando el descanso, puso el 0-1 en el marcador tras empalar un centro de Juan Cruz desde la izquierda.
La respuesta berciana no esperó a la segunda parte. Primero avisó Yuri con un disparo que se fue demasiado cruzado y, ya en el descuento, Russo se elevó sobre la defensa ilicitana para cabecear una falta colgada por Son desde el centro del campo.
Tras el descanso se mantuvo la intensidad, pero las ocasiones se resistían para los dos equipos. Mediada la segunda mitad empezó a aparecer la Ponferradina en el área rival con sendos cabezazos de Kaxe que no encontraron portería. Sí lo hizo Pablo Valcarce, aunque tuvo que rematar dos veces para superar a un Edgar Badía que sacó con una gran intervención su primer disparo pero no pudo hacer nada en el segundo para evitar el 2-1.
Bolo reforzó el centro del campo en la recta final para contener las acometidas de un Elche volcado al ataque en busca de rescatar al menos un punto y su plan se vino abajo por la expulsión de Saúl, que vio dos amarillas en dos minutos. Sin embargo, los de Pacheta atacaban con más corazón que cabeza y no lograron ni siquiera inquietar a René antes del final del partido.