El Girona repitió sus peores vicios en el re-debut liguero
Solo tiraron a puerta en dos ocasiones ante Las Palmas, sin generar casi peligro durante el encuentro
Un disparo cruzado de Diamanka, raso y al palo largo, fue probablemente la mejor ocasión del Girona en todo el partido ante Las Palmas. Un buen disparo, al fin y al cabo, pero que el meta insular atajó sin demasiadas complicaciones. Y es que, en el duelo ante Las Palmas, como tantas otras veces ha sucedido esta temporada, el Girona no fue el equipo que quiere ser: no mandó en el césped, no circuló rápido el balón y no logró hacer daño a su rival. Y todo ello le costó un empate.
El principal problema del Girona en la isla fue, claramente, ofensivo. Los futbolistas de Martí no lograron elaborar jugadas que les condujeran finalmente a la portería rival y, quizás igual o más problemático, no encontraron a Stuani. El uruguayo, principal faro ofensivo del equipo no solo se quedó sin marcar, sino que entró muy poco en juego. Igual que Borja, y el equipo lo acabó pagando.
El otro gran problema mostrado en el 're-debut liguero' fue la intensidad. No se pone en duda el compromiso de ningún jugador, nadie tuvo una actuación especialmente mala en ese sentido, pero tampoco excelente. Al Girona le faltó un plus de ganas para llevarse un partido en el que Las Palmas no fue superior. Y es que el encuentro también dejó buenas noticias: el equipo estuvo muy sólido atrás y al final el punto sumado, combinado con la derrota del Zaragoza, fue bueno.