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BARCELONA

La esperanza Suárez

El uruguayo transmitió excelentes sensaciones en la media hora que jugó contra el Mallorca. Asistió a Messi, se acercó dos veces al gol y pareció listo para ayudar al Barça en el rush final.

Luis Suárez.
JAIME REINAAFP

"Qué lindo volver y ganar". Luis Suárez, 33 años, estaba feliz el sábado. Contra todo pronóstico, y por circunstancias obvias, había vuelto a participar en la temporada 2019-20 cuando nadie lo esperaba. Cinco meses después, dos más que el resto de sus compañeros, regresaba a los terrenos de juego después de someterse a una nueva operación en la rodilla derecha. Y lo hizo con unas sensaciones inmejorables. Suárez, que jugó su primer partido a las órdenes de Setién, lo ha merecido. Aunque nadie daba un duro por su reaparición en la temporada antes de la pandemia, él se puso a trabajar para bajar los cuatro meses de recuperación. Sesión a sesión, siempre con Juanjo Brau al lado, el uruguayo iba acortando plazos. El parón no hizo sino darle la oportunidad de no precipitar la reaparición sino incluso de volver fortalecido y casi al cien por cien. "Entrena como un salvaje", ha insistido Eder Sarabia, ayudante de Setién, durante el confinamiento.

Dio la sensación de que, si lo hubiese necesitado, Suárez podría incluso haber sido titular en Mallorca. En la media hora que estuvo en el campo, se le vio rápido (ganó un sprint larguísimo) y activo. Participó en la jugada del 0-4 con Messi y no marcó su primer gol post-pandemia de milagro. Quiso adornarse después de un centro de Alba y no tocó el balón con el tacón; y en otra acción se quedó solo ante Manolo Reina pero no definió bien.

Suárez se movió con esa categoría que sólo tienen los grandes y dejó motivos de esperanza para Setién, que tiene que decidir cuándo devolverle la titularidad al uruguayo. Con dos partidos en el calendario de la semana, parece claro que Suárez jugará desde el inicio en Sevilla, donde le esperan dos tremendos centrales, Diego Carlos y Koundé. Pero también podría tener su momento desde el inicio este martes contra el Leganés. Su media hora en Mallorca ha llenado de esperanza al Barça.