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Memorias de Sudáfrica | Diario de La Roja

Casillas huele a victoria

El capitán confía en España y miles de compatriotas llegan a Sudáfrica, entre ellos los Príncipes de Asturias. La Selección llega a la costa este para jugar ante Suiza en la capital de Zulú-Natal.

Iker Casillas, capitán de la selección española en el Mundial de 2010.
RAFA APARICIODiario AS

La Selección española cumpliría la tarde del 16 de junio ante Suiza su partido 50 en los mundiales. La cita mundialista de Sudáfrica fue la decimotercera de España y la novena consecutiva, ya que desde Argentina 78, La Roja nunca estuvo ausente. Pero la diferencia entre la edición del año 2010 y todas las demás, es que por primera España llegaba como vigente campeona de Europa, como favorita en las apuestas y con un equipo que "solo aparece una vez cada cien años, cuando aparece", como dijo el alemán Hitzfeld, el técnico de Suiza que, 24 horas después, sería el único equipo capaz de vencer a España en Sudáfrica.

La víspera del partido el protagonista en la portada del periódico fue Casillas, que se mostraba optimista: "Venimos con ganas de proclamarnos campeones". Iker, capitán de la Selección, tampoco echaba las campanas al vuelo, recordando el nivel de los rivales. La Paraguay de Martino había conseguido empatar (1-1) ante Italia y Holanda, magnífica, venía de dar un golpe de autoridad tras su victoria (2-0) ante Dinamarca. Otro de los puntales de la Selección, Xabi Alonso, también habló en AS: "Estamos deseando que esto comience", decía. España, porque así lo había dispuesto el sorteo, era la última en debutar. Del Bosque, el seleccionador, avisaba de "la gran dificultad de ganar un torneo así, con equipos de tanta trayectoria y con tan grandes jugadores", pero se mostraba "tan responsabilizado como ilusionado" por hacer algo grande en el Mundial.

El salmantino no era el único que creía. Después de muchos disgustos, la 'maldición de los cuartos de final' se había apoderado de la afición española que, por vez primera en el Mundial de Sudáfrica, pareció sacudirse los complejos. España venía de conquistar con autoridad la Eurocopa de Austria y Suiza, después de superar esa 'maldición de los cuartos' en una histórica tanda de penaltis contra Italia, a la que cuatro años más tarde destruiría por completo en la final de la Euro 2012, en Kiev, con el propio Casillas pidiendo al árbitro el final para evitarle más sufrimiento a los azzurri.

'La Marea Roja' fue llegando a la ciudad de Durban, en la que la Selección comenzó su andadura contra Suiza. Lo hizo 48 horas antes del partido para adaptarse mejor a los condiciones climáticas, ya que España pasó del frío de Potchefstroom, donde La Roja entrenaba cada mañana a no más de cinco grados, al clima templado de la ciudad costera, capital de la provincia sudafricana de Zulú-Natal. Miles de españoles, casi diez mil, se animaron a hacer un vuelo de más diez horas de duración para animar a La Roja. Entre ellos están los entonces Príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, hoy Reyes de España. La víspera del partido ante Suiza todo era ilusión. España olía a victoria...