¿Quién es la mujer que puede fichar a Werner y Havertz?

Marina Granovskaia es mucho más que la persona de máxima confianza de Abramóvich dentro del Chelsea. Es, seguramente, la mujer más poderosa dentro del fútbol europeo. De su puño y letra saldrán, y han salido, algunas de las decisiones más importantes de cara al presente y al futuro de la entidad de Stamford Bridge, un club inmerso en un lavado de cara para revitalizar un proyecto multimillonario.

No es casualidad que fuese ella quien acompañó a Lampard durante la firma de su contrato a razón de más de 6 millones de euros por temporada, pues el dueño del club no le conoció hasta un mes antes en su yate anclado en St Tropez. La confianza en el ojo de Granovskaia es total.

Sobre la leyenda del inglés, pero también sobre sus ideas acerca del talento joven y el gusto por el fútbol de ataque, Granovskaia pretende recuperar el nivel que el club obtuvo en su día con José Mourinho. Ahora, con jugadores como Mount o Abraham, pero también con Pulisic, Werner e incluso Havertz, si es que consiguen hacerse con él, el Chelsea pretende dejar atrás fiascos previos en los despachos que llevaron, por ejemplo, a la salida por la puerta de atrás de futuras estrellas como ‘Mo’ Salah o Kevin De Bruyne.

A pesar de ello Granovskaia, a la que definían en la infancia como un “ratoncito gris”, ha ido escalando puestos dentro del organigrama de Abramóvich durante los últimos 20 años, primero en su compañía petrolífera, luego en su oficina londinense periférica al mundo del fútbol y luego, ya sí, dentro de los propios blues. La responsable de que el Real Madrid pagase 100 millones de euros por un Hazard al que apenas restaba un año de contrato es ahora quien, constituida ya en el cerebro empresarial de la entidad, se dispone a mover los hilos de cara a la gran reestructuración del club en los próximos meses.