Petersen despierta al Gladbach del sueño de Champions
Necesitaba el Gladbach esa victoria para mantenerse en la lucha por la Champions, pero se topó con la efectividad de un Nils Petersen que hizo un gran partido.
Necesitaba el Gladbach esa victoria para mantenerse en la lucha por la Champions, pero se topó con la efectividad de un Nils Petersen que vuelve a meter al Friburgo en la pugna por Europa. El tanto del máximo anotador en la historia del club badense decidió una victoría por 1-0 del Friburgo frente a un Borussia que puede dejar de formar parte del cuarteto a la cabeza de la máxima competición alemana a lo largo del fin de semana y teme más que nunca por quedarse fuera de la zona Champions. El Friburgo, por su parte, se recompone tras caer la jornada pasada ante el Leverkusen y se coloca a tan solo un punto de la plaza que permite disputar la fase previa de la Europa League.
El Gladbach fue, desde un principio, el claro dominador del encuentro en el Schwarzwaldstadion de Friburgo. Tenía el cuero el cuadro dirigido por Marco Rose y llegó a embotellar a los pupilos de Christian Streich, eso sí, sin generar demasiadas ocasiones de peligro excepto un tanto de Neuhaus en fuera de juego. Le costaba la vida llevar el esférico a la zona de disparo. Mucha culpa de ello tuvo el Friburgo. Sabía a lo que jugaba. Solidez atrás y sorprender a la contra. Y estuvo a punto de hacerlo, por medio de Höler, en un disparo que Sommer detuvo in extremis al borde del descanso.
No cambió la cosa en el segundo período, con un Gladbach protagonista, pero sin veneno arriba. Sabía que el Friburgo era un conjunto que no suele perdonar cuando se le presenta la ocasión. Y tuvo que ser Petersen, el jugador que posee el récord de goles anotados en la Bundesliga tras incorporarse al partido desde el banquillo. Llevaba apenas medio minuto sobre el terreno de juego cuando se desmarcó a la perfección y cabeceó un libre directo de Griffo hacia el fondo de la red, permitiendo a los suyos volver a engancharse a la lucha por Europa. La expulsión de Plea terminó sentenciando a un Gladbach que echó en falta la pegada que le caracteriza.