Aguirre: "Los cinco cambios hacen bien al fútbol y al jugador"
El entrenador del Leganés aplaude la normativa del nuevo fútbol. "En lo físico estamos al 90%, pero el fútbol son intangibles", cuenta. "Trabajamos en la motivación del jugador"
Quique Setién abrió el debate. El entrenador del FC Barcelona dejó entrever que la modificación reglamentaria de los cinco cambios no le gustaba. Que beneficiaba a equipos modestos por aquello de evitar el factor desgaste que buscaban los culés para el final de sus partidos. Javier Aguirre, entrenador del Leganés, se ha posicionado en el lado opuesto, en el de piropear la medida porque "hace bien al fútbol y a la integridad física de los jugadores"
"Si se te lesionan dos jugadores en el primer tiempo, te quedas con un cambio, y ya en el 70’, 80’, te aparecen los calambres por el sol, ¿qué haces?", se preguntaba el mexicano en El Partido de la Una de Onda Madrid.
"Con cinco opciones me parece fantástico para cuidar al jugador y al espectáculo. Luego los matices van en presupuestos", insistió el Vasco, que en ese plano, en el físico, valora positivamente a sus chicos, aunque admite que hay algún problema de "cuádriceps" a causa de los golpeos en largo. "Ningún jugador tiene un jardín de 80 metros para practicarlos", comparó.
"Ahí en lo físico sí que te diría que estamos al 90%, porque eso es tangible. Pero el fútbol es intangibles", empezó a explicar el entrenador. "No he visto aún cómo centra ahora Rosales y remata Guido en un partido. O que el Pichu vaya en un mano a mano con un rival. Eso es difícil... Pero siendo optimistas, estamos cerca de lo que dejamos hace 90 días", se mostró optimista.
Entonces, hace tres meses, los entrenamientos eran otra cosa. Contacto, vestuario, ilusión... ahora todo lo ha cambiado el virus y el protocolo, al que Aguirre, bromea, le hace alguna vez algún regate. "Yo soy de los que les gusta tocar, abrazar, y por ahí doy un puñetazo en el hombro de alguno sin que me vea el inspector. Lo de festejar el golito, va conmigo, yo lo vivo. Llevo quince partidos con ellos, pero ahora he estado 90 días sin fútbol. Ni cuando hay mundiales habíamos pasado tanto tiempo en ayunas…", volvió a recordar con voz distendida.
Una finalísima contra el Valladolid
El tono, sin embargo, se le tensa al recordar lo que se jugará la semana que viene al medirse al Valladolid en un partido que no lo es. Eso es una final. Diferente, a puerta vacía y con opción de reválida.... pero final, finalísima. "Si ganan ellos, prácticamente que se nos escapan. Son demasiados puntos en diez partidos. Pero si nosotros nos imponemos, los tendríamos a tres puntos, y en diez partidos, como decía Luis Aragonés, ahí se juega uno los cuartos...", evocó.
¿Y lo de jugar sin público? "Siempre he comentado que la realidad del partido no lo puedes trasladar al entrenamiento, por lo del público. El penalti… ¿cómo carajo lo entrenas? De tirarlo sin nadie, a hacerlo en el Bernabéu o el Camp Nou llenos… no hay manera", comenzó a rememorar.
Asunto al que trató de poner solución a su manera. "Yo en México puse bocinas en los entrenos, puse a los compañeros a insultar al jugador, al portero a poner nervioso al lanzador… Pero nunca es igual que un partido. Lo mismo pasa ahora… pero hay que meter al jugador que no es un partido de entrenamiento o pretemporada. Que son importante los tres puntos con o sin público", insistió.
Y en ello está, en que el jugador lo sepa. "Claro que estamos trabajando en ello, pero pasa por la motivación del jugador. Hay gente que como Cristiano, que cuanto más le gritan, mejor jugaba. Hay campos que sabemos que se aprieta mucho, como San Mamés o Pamplona, que te hacen sentir visitante. Tendremos cuidado", acabó el entrenador sus pensamientos.