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PRIMERA IBERDROLA

Fútbol femenino: un salto de calidad también en el césped

Los terrenos de juego han mejorado en los últimos años, pero todavía existen cinco campos de hierba artificial. El debate del césped, sea artificial o natural, se centra en las lesiones.

Actualizado a
Jugadoras del Betis y del Atlético durante un partido de la Primera Iberdrola.

De jugar un Mundial, el de Canadá 2015, sobre césped artificial a disputar la última Copa del Mundo en Francia en grandes estadios de hierba natural y con VAR. El crecimiento del fútbol femenino mundial es más que una realidad. Un auge que también ha tocado de lleno a la Liga española. Cerca de ser considerada como profesional, con el compromiso de que así sea de todas las fuerzas políticas del Congreso, la Primera Iberdrola ha presentado un gran impulso en muchos de sus factores en los últimos años: contratos profesionales, más medios de entrenamiento, personal cualificado y mejores campos.

En este último aspecto hay que destacar que sigue habiendo margen de mejora, como la no presencia de campos propios, el mal estado de las instalaciones o el tipo de césped. Con respecto al verde, hay cinco equipos (Betis, Granadilla, Madrid CFF, Sporting de Huelva y Rayo) que juegan como locales en campos de hierba artificial. Pero cabe recordar que en los casos de Granadilla, Madrid CFF y Sporting, los tres clubes independientes de una estructura masculina, esta decisión depende de la disponibilidad de campos municipales. No es así para Rayo y Betis. "Creo que para la temporada que viene vamos a tener un campo de juego con césped natural", avanzaba el técnico verdiblanco Pier a AS.

El debate con respecto a la presencia de césped, ya sea artificial o no, toca aspectos como el riesgo físico de las jugadoras. "El estilo de juego cambia mucho con hierba artificial. No sólo por el bote del balón, que es diferente, sino porque las jugadoras cambian su forma de jugar. Tienen miedo por las quemaduras o las roturas en los giros. La intensidad física no es la misma", apunta Lucía Piñeiro, preparadora física del Deportivo.

"A la mayor parte de los preparadores físicos nos preocupa el que se juegue en césped artificial, sobre todo los de primera generación. En la Primera Iberdrola no sabría asegurarte al 100% que tipo de césped artificial son los que hay. Sé que hay uno híbrido y los demás creo que son de primera generación. La bota pisa diferente y sobre todo si tu cuerpo está acostumbrado a jugar en césped natural puede sufrir las consecuencias", resalta Piñeiro, que expone las grandes diferencias para el juego e intensidad física de las jugadoras el cambio de usar un tipo de césped a otro. "Los efectos físicos pueden ir desde un mayor riesgo de sobrecarga muscular y articular hasta lesiones graves a largo plazo. En los casos de césped artificial también sufren un mayor desgaste físico las jugadoras con altas temperaturas". La gallega apunta que todo "depende del tipo de césped artificial. Lo importante es que el césped esté cuidado, sea artificial o natural". Una reflexión que pone de manifiesto la importancia del terreno de juego para mejorar el espectáculo. La profesionalización pasa por este tipo de cosas...