NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SELECCIÓN ESPAÑOLA

Cracks del Siglo XXI: Larrubia y su oportunidad en la crisis

Las dificultades por las que atraviesa el Málaga pueden provocar que este joven talento de 18 años tenga que asumir responsabilidades antes de lo esperado.

MadridActualizado a
Cracks del Siglo XXI: Larrubia y su oportunidad en la crisis

Las crisis siempre ofrecen oportunidades. Son en esos momentos de debilidad económica en los que los clubes se ven obligados a mirar hacia abajo e intentar que sean los futbolistas criados en la casa los que resuelvan la papeleta. Jugadores talentosos a los que en otra situación quizá les hubiera costado más derribar la puerta se ven ante la ocasión de demostrar su valía.

Es el caso del Málaga y más concretamente de David Larrubia (Málaga, 2002). Es un joven marcado en rojo desde hace tiempo como uno de esos futbolistas que, si nada se torcía, iba a llegar al primer equipo antes o después. Pero la crisis que atraviesa el club puede acortar los plazos. Más aún con la presencia en el primer equipo de Sergio Pellicer, un entrenador que le conoce bien. El técnico contó con él en el filial, en Tercera, durante esta temporada (lo combinaba con su equipo, el Juvenil División de Honor). Después sustituyó a Víctor Sánchez del Amo en el primer equipo y ahora, en la vuelta tras el coronavirus, ha convocado a Larrubia. Es su oportunidad para no terminar la temporada antes de tiempo, puesto que el Juvenil ha dado por finalizado el curso.

Larrubia es un mediapunta zurdo muy talentoso, que puede adaptarse también al juego en banda y a casi cualquier posición ofensiva en el mediocampo. Llegó en categoría Alevín procedente del Romaluz y desde entonces ha ido escalando categorías por delante de lo que le correspondía, siendo siempre de los más destacados.

En las categorías inferiores de la Selección también le tienen muy en cuenta y participó con la Sub-17 en el último Mundial de Brasil. No partía como titular, aunque tuvo minutos y los aprovechó: marcó un tanto contra Tayikistán, en el segundo partido. Ese logro, el de marcar en un Mundial, ya ha quedado escrito en su trayectoria. Ahora quiere grabar su nombre en la historia del Málaga, el equipo de su corazón…