La nueva regla de sustituciones abre el abanico de Sergio
El técnico del Real Valladolid dio por "buena" la norma, aunque con matices. La segunda unidad tendrá más oportunidades.
El balón volverá a rodar en Primera División dentro de 15 días, después de prácticamente tres meses en los que la espera para el aficionado ha sido interminable. También lo ha sido para los actores principales, los equipos, que no han sido ajenos a las anomalías y las han vivido con incertidumbre. Resueltas las dudas, la denominada 'nueva normalidad' traerá novedades en este tramo final de temporada, como la normativa que permitirá a los entrenadores hacer cinco cambios. Sergio González, entrenador del Real Valladolid, entiende que "es buena, pero provoca desigualdad", según explicó recientemente en una entrevista, puesto que considera que "no favorece a los pequeños".
El técnico blanquivioleta cuenta, a dos semanas vista, con todos sus efectivos, salvo con Pedro Porro, de cara al redebut liguero frente al Leganés. Será el primero de los 11 partidos, previo a la visita del Celta a Zorrilla, dos encuentros que pueden marcar el devenir del Pucela en el tramo restante de competición, que arrancará con la intención de tomárselo como "otra Liga", como dijo hace días Javi Moyano, aunque con cuatro puntos sobre los puestos de descenso.
Comenzar con buen pie puede resultar clave, y los meses de parón abren la puerta a que aquellos con menos minutos puedan ganarse una oportunidad si llegan mejor que los más habituales. No obstante, todos tendrán la ocasión de jugar, pues las rotaciones serán incluso necesarias. Siempre, parece claro, a partir de un reinicio en el que no debería extrañar que los más habituales mantengan su rol importante, habida cuenta de que lo fueron en los primeros 27 partidos. La carga de minutos previsiblemente se reducirá según avance la competición... y desde que vuelva a empezar con esa posibilidad de realizar hasta cinco permutas.
Esta nueva herramienta añadirá nuevos elementos a la gestión habitual en un partido, en la que tan importantes son los once futbolistas que salen de inicio como los que lo acaban sobre el tapiz. Esta relevancia a menudo se la ha otorgado Sergio González a quienes estaban cumpliendo con el guión establecido, sin la necesidad de precipitar las sustituciones o incluso de agotarlas, puesto que el técnico ha dejado de hacer el último cambio en tres ocasiones. En otras cinco, lo hizo a partir del minuto 89, reflejo de esa satisfacción con quienes estaban sobre el tapiz.
Poder hacer hasta cinco cambios (en un máximo de tres 'turnos') abre el abanico táctico, y quién sabe si dotará de mayor importancia a la segunda unidad. Los partidos torcidos pueden enderezarse (o no) con la pizarra. Ya podían, pero ahora será más fácil dar un volantazo que, en el caso del entrenador blanquivioleta, fue buscado a través de dobles sustituciones en cuatro ocasiones en lo que va de temporada y en otras dos en el descanso. Asimismo, puede rebajar la incidencia de una lesión en las posibilidades de variar esos planes, por ejemplo, en caso de lesión en una primera mitad. Si Sergio se ve obligado a cambiar en la primera parte, como en dos ocasiones anteriores, seguirá teniendo cuatro ases en la manga para la segunda mitad.
Más segunda unidad y menos actuaciones completas
Esta 'nueva normalidad' puede hacer que casi la mitad de los jugadores que salen de inicio en un encuentro no lo terminen. Se verán menos actuaciones de principio a fin y el intento de aminorar la carga de minutos y partidos hará ganar peso a la segunda unidad... o que algunos sean sustituidos aún más veces.
Dejando a un lado al cedido Anuar, hasta la fecha, en el Real Valladolid Pablo Hervías, Waldo y Ünal han sido quienes más veces han salido desde el banquillo, diez veces, ocho y siete, respetivamente. Mientras tanto, los más sustituidos han sido Toni Villa y Míchel, en 12 y 11 ocasiones. El murciano, además, ha sido nueve veces el primer cambio, por las seis del valenciano. Tanto para ambos como para los demás, en adelante jugar de 90 en 90 minutos será más complicado.