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BARCELONA

Messi y el desafío Zarra

Con la Bota de Oro inalcanzable, el gran reto del argentino, además de conquistar su undécima Liga, es conseguir su séptimo Pichichi y dejar atrás a la leyenda del Athletic.

Hace un año, cuando Lionel Messi (24-6-1987) conquistó su sexto trofeo de máximo goleador de LaLiga (2010, 2012, 2013, 2017, 1018, 2019), se subió al escalón más alto del podio que ocupana, solo, Telmo Zarra, el único jugador que hasta entonces tenía seis trofeos Pichichi.

A once jornadas del final del campeonato 2019-20, y aunque a Messi lo primero que le importa es levantar el título, su undécima Liga que le dejaría a solo una de las que ganó Gento como el Madrid, será difícil que el argentino no tenga en su cabeza la posibilidad de pulverizar otro registro histórico de LaLiga. Su séptimo trofeo de mejor realizador del campeonato confirmaría su condición de mejor jugador de la historia de una competición que camina ya hacia su centenario.

Con 19 goles, Messi era el máximo goleador del campeonato antes de la declaración del estado de alarma con cinco goles de ventaja respecto a Karim Benzema. Si no median contratiempos físicos, el argentino es el gran favorito a llevarse el galardón. Lesionado en el sóleo de su pierna derecha en el primer entrenamiento de la pretemporada, recién regresado de las vacaciones tras la Copa América, Messi no viajó a Estados Unidos a la gira por Miami y Michigan y luego recayó y no pudo jugar las cuatro primeras jornadas de Liga. En su reaparición, tuvo un arrebato espectacular. Metió 12 goles en ocho partidos (hattricks incluidos ante Celta y Mallorca) y cuando ya nadie le esperaba en la lucha por el Pichichi, se metió en la pomada. Su póker contra el Eibar y su gol de penalti a la Real Sociedad, que hizo líder al Barça, le dejaron con 19 goles, líder destacado antes del parón por el frenazo goleador de Benzema.

A Messi se le ha visto finísimo en la vuelta. Recluido en su casa de Castelldefels durante el confinamiento, se encerró con su familia pero, aparentemente, ha trabajado duro para llegar en su peso ideal y, especialmente, con el trabajo de prevención de lesiones. Este será fundamental, porque espera un final de temporada apretadísimo. Messi ha concedido dos entrevistas en este periodo en las que ha estado tan en capitán como en los dos últimos años y ha exigido que el nivel futbolístico suba. Significa que Messi no ha perdido el apetito por ganar.