Martí y el reto del ascenso: a la tercera podría ir la vencida
El ahora técnico del Girona se quedó a las puertas de Primera cuando fue entrenador de Tenerife, la campaña 2016-17, y el curso pasado con el Depor.
Pep Lluís Martí es el tercer entrenador del Girona este curso (tras Unzué y el interino Juan Carlos Moreno). El objetivo que persigue la entidad rojiblanca es ambicioso, con el ascenso a Primera, y el técnico balear tiene la responsabilidad de alcanzarlo. Está en ello. Sus números son buenos y espera que las 11 últimas jornadas le catapulten. Las sensaciones que desprende son positivas y lo cierto es que los equipos que ha dirigido Martí acostumbran a hacer buenos finales de temporada. Luchar por subir a Primera ya lo hizo con Tenerife y Depor, pero le faltó concretarlo. Espera que esta vez (la tercera), la primera con el Girona, sea la vencida.
Preparar al Girona para ser competitivo en las últimas 11 jornadas de Liga es su obsesión y es que Martí sabe que no habrá tiempo para tropiezos. Actualmente, el conjunto rojiblanco es quinto, a ocho puntos del Zaragoza, segundo, y para alcanzar el ascenso directo su equipo tendrá que hacer un tramo final inmaculado. No le asusta el reto. Es más, conoce el camino porque tanto con Tenerife como con Depor (los dos clubes que confiaron en él antes que el Girona para llevar a sus equipos a Primera) lo recorrió. Llegó a disputar el playoff, pero a la hora de cruzar la meta no dio el último paso. Con el Tenerife, la temporada 2016-17 (precisamente la del ascenso del Girona), firmó 17 puntos en las últimas 11 jornadas (solo perdió dos partidos) y ello le sirvió para acabar cuarto la Liga. En la primera ronda del playoff eliminó al Cádiz, pero en la final, el Getafe le arrebató el sueño. Una situación idéntica le sucedió el curso pasado con el Depor. Al conjunto coruñés llegó a falta de solo nueve jornadas para el final de Liga y, tras sumar 14 puntos, lo colocó sexto. En esta ocasión pasó por encima del Málaga, pero contra el Mallorca sufrió un gran varapalo. No supo aguantar el 2-0 de la ida y los bermellones le endosaron un 3-0 en Son Moix que le condenó a un año más en Segunda.
Ha tratado de pasar página y ahora está centrado en hacer del Girona un equipo de Primera. La directiva gerundense confió en él porque se le considera un entrenador competitivo, con futuro y un estilo de juego efectivo. Antes del parón, el equipo rojiblanco encadenó una buena racha de resultados y, una vez se regrese a la competición, quiere mantenerla. Hay optimismo y Martí tiene ganas de quitarse la espina del ascenso. En Girona quieren que su tercer intento sea el bueno.