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REAL MURCIA

Real Murcia: acuerdo con el 'Boro' y fin al caso Kike García

Las necesidades económicas hacen que el cuadro grana acepte cobrar casi la mitad de lo firmado en su día por el ascenso del canterano a la Premier.

MIDDLESBROUGH, ENGLAND - MAY 15:  Harlee Dean of Brentford tackles Enrique Garcia Kike of Middlesbrough during the Sky Bet Championship Playoff semi final second leg match between Middlesbrough and Brentford at the Riverside Stadium on May 15, 2015 in Mid
Laurence GriffithsGetty Images

No hay nada peor que ir a una negociación con urgencias económicas. Y es lo que le ha pasado al Real Murcia, que ha tenido que aceptar un acuerdo con el Middlesbrough FC para poner fin al caso ‘Kike García’. El canterano, en la actualidad en la SD Eibar, fue traspasado desde Nueva Condomina al club inglés en el verano de 2014 tras una extraordinaria temporada a las órdenes de Julio Velázquez en la que consiguió 23 goles y rozó el retorno a Primera División. La cantidad pagada fue de 2,5 millones de euros y una serie de extras, como un millón más si el Boro lograba el ascenso a Premier League.

Kike García estuvo una temporada y media en tierras inglesas. A mitad de su segundo año decidió regresar a LaLiga, firmó en la SD Eibar, y el curso acabó con el ascenso a Premier League del Boro. El Real Murcia exigió el pago del millón de euros pero los de Riverside se negaron al considerar que el ariete no formaba parte del club en el momento de conseguirlo. Ahí empezó la batalla judicial, en la que desde Nueva Condomina contaban con la total confianza de salir victoriosos.

Con el paso de los años, y tras la salida de la familia Samper, los que gestionaron el club contaban con ese millón de euros e incluso más. Y es que el TAS le dio la razón al Real Murcia, lo que elevaba la cifra a 1.200.000 euros (había que incluir los intereses). Pero en el día de hoy, mediante un comunicado, la entidad grana informó del acuerdo sin dar datos sobre lo ingresado, que podría rondar los 500.000 euros. El motivo de aceptar dicha cantidad no es otro que la urgencia por saldar "la deuda concursal subordinada" que se mantenía con la Agencia Tributaria y que rondaba el medio millón.