ALMERÍA
Balliu: "¿Partidos cada tres días? Ya habrá tiempo de descansar y celebrarlo en Ibiza"
El internacional albanés considera que Gutiérrez tiene un buen fondo de armario y "calidad de sobra". Afirma notar en la ciudad "el clima de ascenso".
Iván Balliu no lleva ni un año en el Almería, aunque tiene madera de capitán, siendo el elegido para atender a los medios por Zoom. El ex del Metz no ve como una preocupación tener que jugar cada 72 horas. "Tenemos la suerte de tener un departamento médico con muchos fisios para recuperar. Los entrenos casi se olvidarán y la preparación de partidos será difícil, pero tenemos un buen staff de analíticos. Como el objetivo es tan grande ya habrá tiempo de descansar después y celebrarlo en Ibiza", afirma entre risas el gerundense, que comparte con Gutiérrez el objetivo de ser campeones.
Para ello el internacional albanés ve fundamental el plantel que dispone el técnico torrejonero. "Si algo tiene esta plantilla es calidad de sobra. El fútbol ahora va a ser más físico y quienes lleguen mejor a los últimos minutos se llevarán muchas victorias. Para eso hay que trabajar duro porque la calidad solo no gana, pero ayuda", explica, remarcando la importancia de jugadores no habituales. "Con la calidad que tienen Enzo o Coriz y contando con Ibiza, que está físicamente de los mejores, darán la diferencia, incluso pueden cambiar los partidos a la victoria. Coric también está recuperado y va a estar fino para ayudarnos mucho", apunta. Otro nombre propio, el de Núñez. "Darwin en dos entrenos se pone como un animal físicamente", asegura.
Ayer se cumplió trece años el primer ascenso a Primera y Balliu difiere de los que creen que no hay el ambiente de entonces. "El otro día estaba en la playa jugando con mi hijo y se acercó un padre para decirnos que había que subir sí o sí. He sentido que la gente quiere ascender, se nota ese clima en la ciudad y esas ganas para que el equipo suba", relata el zaguero, que considera que los rivales el calor de Almería, refiriéndose también al protocolo. "No hemos hablado de celebraciones especiales, pero si marco otro gol, con los pocos que marco, seguro que abrazaré a todo el mundo. Esas normas de no poder tocar a un compañero al final se olvidan por la presión y tensión del partido", expira.