El Gladbach se luce y sigue soñando con la Champions
El equipo entrenado por Marco Rose venció por 1-3 en casa del Eintracht Frankfurt y aprovecha el empate del Leipzig para terminar la jornada tercero.
Hay equipos a los que no ha afectado el parón y después está el Gladbach. Dos tantos en los primeros diez minutos de partido sentenciaron el choque frente al Frankfurt a domicilio y le sirvió a la revelación de la temporada para escalar puestos en la clasificación. El triunfo por 3-1 contra el Eintracht le coloca tercero, aprovechándose del pinchazo del Leipzig ante el Friburgo (1-1), y revive un sueño de Champions que, poco a poco, parecía diluirse con el paso de las jornadas. Se lo debe a sus chicos de oro en ataque: Plea y Thuram.
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Será más frío el fútbol a puerta cerrada, pero sigue siendo igual de impredecible que antes. Trapp aún estaba acostumbrándose a las gradas vacías del Commerzbank-Arena cuando tuvo que sacar el esférico del fondo de la red por primera vez. No habían pasado ni 35 segundos del encuentro cuando el ex del PSG abrió el segundo palo a Plea y el ariete visitante no perdonó. La cosa no quedó ahí. Tan solo seis minutos después, Thuram se aprovechó de otro desbarajuste en la zaga local para subir el segundo y noquear a las águilas.
Tambaleaba el Eintracht, pero se recompuso. Con los enmascarillados Torró y André Silva en el banquillo, los de Adi Hütter lograron liberarse de la asfixiante presión del Gladbach y empezaron a pisar territorio hostil. Un latigazo de Kostic estuvo a punto de recortar diferencias, pero Sommer lo impidió. No funcionaba Sow arriba. Hütter le sustiuyó por Silva, pero el ex del Sevilla tardó en carburar. Plea, no. Se sacó una rosca del tobillo que se estrelló en el palo. Tampoco Embolo, que provocó un penalti que materializó Bensebaini. Cuando Silva apareció en el 81, ya era tarde.