El embrollo del altavoz, LaLiga y el Leganés
Aguirre aseguró que el inspector de LaLiga vetó el uso de un amplificador al preparador físico, pero el Leganés afirma que no lo usó por la lluvia. Que hubo un malentendido
Javier Aguirre, entrenador de los pepineros, aseveró anoche en una entrevista en El Larguero de la Cadena SER que el inspector que manda el organismo a vigilar que se cumple el protocolo había ordenado la retirada del aparato. "Le dijeron [a Pol Lorente] que no podía usar ese cacharro, que no podían interactuar. No les podía gritar así. Digo... A ver, a ver... una cosa es el protocolo y otra el sentido común, hijo. Somos más papistas que el papa... pero todo sea por la seguridad", se consolaba.
Sucede, sin embargo, que a raíz de esas palabras, LaLiga y el Leganés han aclarado que el asunto no fue exactamente así. Dice la explicación de los pepineros que en verdad el inspector sólo había pedido a Lorente que tuviera cuidado con lo que decía, porque, con las cámaras grabando, se podría producir alguna situación embarazosa. Una frase expulsada por el altavoz era más fácilmente de captar. Nada más.
¿Por qué Lorente no usó más el altavoz?
Con todo y con eso, en las imágenes que distribuye LaLiga (ahora todos los entrenamientos son a puerta cerrada y sólo pueden acceder sus medios y los de cada club), se ha observado como Lorente no ha usado el altavoz desde la primera sesión. ¿Por qué?
Según el Leganés, se debe a que el preparador físico del Leganés tenía recelo de que, con la amenaza de lluvia de los últimos días, el aparato pudiera estropearse. En Butarque insisten en que Lorente volverá a sacar el amplificador en los días venideros sin problema alguno siempre que lo considere necesario y el tiempo no amenace con impedirlo.
El asunto no deja de ser una anécdota pero proyecta los problemas que genera la situación actual, esto es, con impedimento absoluto de los medios de acceder a los entrenamientos y LaLiga y clubes como únicos suministradores de la información sobre qué ocurre en ellos.
"El inspector es muy majo, pero lo vigila todo"
Más allá de este asunto, Aguirre destacó las situaciones poco frecuentes que genera el protocolo. "El día a día cambia. Porque mira, viene el comisario que nos pone LaLiga y nos ve charlando a tres metros a los dos que estamos del cuerpo técnico y te dice que no, que nos separemos... El protocolo dice que debemos tener a cinco ocho, metros", cuenta.
La presencia de inspector no es molesta, aclaraba el Vasco. Sólo imperativa. "El hombre está ahí, hace su trabajo. Es muy majo, pero lo vigila todo. ¿Tú sabes que no pueden golpear el mismo balón dos jugadores? Si a mí me cae un balón de un jugador, porque dio en el palo y salió rebotado, no puedo tocarlo... Tiene que recogerlo el propio jugador que la golpeó", zanjó a modo de curiosidad.