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RAYO VALLECANO

Cuatro años de una de las tardes más tristes de la historia del Rayo

Los franjirrojos, en plena pelea por la permanencia, se enfrentaban a una Real Sociedad sin nada en juego. Los madrileños cayeron en Anoeta y una semana después certificaron el descenso.

Actualizado a
Trashorras, cabizbajo junto a los aficionados del Rayo que viajó a Anoeta.
JUAN FLORDIARIO AS

Este viernes se cumplen cuatro años de una de las tardes más tristes en la historia del Rayo. Aquel 8 de mayo de 2016, los franjirrojos visitaban Anoeta apurando sus opciones de salvación y se medían a un rival que ya no se jugaba nada. La premisa era buena, pero los de Paco Jémez realizaron un mal partido. De ahí que el conjunto vallecano terminase cayendo (2-1) y llegase a la última jornada de Liga sin depender de sí mismo. El Rayo ganó al Levante, aunque el triunfo del Sporting contra el Villarreal de Marcelino ejecutó la condena que había recibido en Anoeta. Ese 8 de mayo prácticamente se ponía fin a su etapa de cinco temporadas (2011-16) en Primera.

Alrededor de 1.300 aficionados franjirrojos se desplazaron, en 19 autobuses, hasta San Sebastián para acompañar al equipo. Oyarzábal adelantó a los donostiarras a los doce minutos y Bautista hizo el 2-0 en el 50', poniendo casi imposible la remontada. Javi Guerra, que salió como revulsivo, acortó distancias en el 69', pero la suerte ya estaba echada. "Casi no hay posibilidades para la permanencia. Hacía falta acierto, solidez, tranquilidad y ocasiones, pero no tuvimos suerte ni nos salieron cosas que otras veces sí. Necesitábamos el mejor día y tuvimos el peor de la temporada", confesó tras el encuentro un desolado Paco.

La mala imagen ofrecida por algunos jugadores dio lugar a numerosas críticas y sembró también la duda. Hasta el punto de que, según desveló en su día 'El Mundo', LaLiga investigó este partido por supuestos amaños. Una acción puesta en marcha después de haber recibido denuncias y de las variaciones registradas en las apuestas. El triunfo local pasó de pagarse a 2,60 a 3,80 y, justo un día antes del choque, la avalancha de apuestas hizo que la cotización bajase hasta los 2,70. Así lo confirmó el mismo Tebas en 'El Larguero': "El Real Sociedad-Rayo tuvo un comportamiento anormal, pero no significa nada. Cuando un mercado de apuestas cae de manera anormal saltan las alarmas y se investiga".

La plantilla del Rayo cerró filas y siempre defendió su inocencia. Los jugadores llegaron incluso a convocar una rueda de prensa, días después, en la que el presidente, Raúl Martín Presa, y el técnico, Paco Jémez, les respaldaron. "Pongo la mano en el fuego por mis compañeros, por el entrenador y por todos los miembros del club", señaló Trashorras. En esa misma línea se mostró otro de los capitanes, el entonces guardameta Cobeño: "Si tuviéramos la mínima sospecha de que alguien se ha vendido no estaríamos aquí". Nunca más se supo de aquel partido ni de aquella investigación. Eso sí, Anoeta aún le duele al rayismo.