FIFPro reclama un "trato justo" para el fútbol femenino

El sindicato de fútbolistas FifPro publicó un informe sobre el futuro y la evolución del fútbol femenino en los últimos años: 'Raising Our Game'. El sindicato reclama que se escuche más la voz de las futbolistas, que deben ser el centro del desarrollo y la reconstrucción del deporte después de la pandemia. En sus 56 páginas, FIFPro analiza el desarrollo del fútbol femenino en los últimos años y reclama un trato justo, coherente y de amplio alcance.

FifPro habló con futbolistas de diferentes países haciendo hincapié en las normas de empleo y el crecimiento del fútbol femenino sobre todo en los últimos años. "Es obvio que no existe ninguna fórmula universal que vaya a servir como modelo de talla única, pero una base de condiciones adecuadas y un trato justo, coherente y de amplio alcance, es la piedra angular para desarrollar el futuro del fútbol femenino. El crecimiento económico debe asentarse en el establecimiento de estándares laborales cuya implementación y cumplimiento a nivel nacional sea responsabilidad de las federaciones nacionales, las ligas y los clubes", concluye el informe. El crecimiento de las ligas o el número de clubes que se profesionalizan ayuda a que el fútbol femenino continúe en post de una seguridad laboral para las jugadoras.

"Diversas partes interesadas del fútbol femenino parecen reconocer cada vez más que las actuales condiciones son inadecuadas, y concuerdan en la importancia del cambio", reconoce el informe. El desarrollo del fútbol femenino ha llevado a la profesionalización del mismo: "surge la oportunidad (y se identifica la urgencia) de establecer derechos laborales básicos y fundamentales". Así se promueve la necesidad de convenios colectivos que garanticen a las jugadoras una serie de derechos: "La comunidad futbolística internacional no puede esperar que el fútbol profesional femenino alcance la excelencia si socavamos sus activos más valiosos — las jugadoras. Si bien el crecimiento del fútbol es impulsado por decisiones estratégicas de la industria y por oportunidades externas, a menos que las jugadoras tengan la oportunidad de desarrollar su pleno potencial, se obstaculizará el progreso. Condiciones laborales justas y adecuadas sentarán el terreno para un proceso sólido y estable de profesionalización y una industria floreciente. Pero estas condiciones no llegarán automáticamente en tándem con el crecimiento económico; en su lugar, requieren acciones de gobernanza desde los niveles superiores a los inferiores, para establecer estándares y garantizar su implementación en todas las ligas y los torneos del mundo".

No se puede copiar el modelo masculino

FifPro concluye que el fútbol femenino no puede ser una copia del masculino. "Es cada vez más obvio que los reglamentos del mercado masculino no deben aplicarse de forma ciega al fútbol femenino: ello podría dar lugar a cambios negativos (como la aplicación de las normas de indemnización por formación), que podrían obstaculizar significativamente el flujo de jóvenes talentos y el desarrollo de las jugadoras juveniles". "En los últimos años, mayor número de canales ha decidido incrementar su cobertura del fútbol femenino, especialmente tras el éxito de los torneos de equipos nacionales. Además, la inclusión, la igualdad, el juego limpio y una estrecha relación de las jugadoras con los seguidores son valores que suelen asociarse al deporte femenino. Ello sitúa al fútbol femenino en una posición privilegiada para mantener una función educativa, modelar indirectamente la percepción del público y cuestionar estereotipos. Adoptar esta función ‘embajatoria’, y exhibir esos valores, es una oportunidad para el fútbol femenino de ejercer una influencia positiva en la sociedad", explica en el informe.

Para Fifpro, la profesionalización de las jugadoras y sus derechos es sólo el primer paso en el desarrollo de este deporte: "La profesionalización no se detiene cuando más jugadoras alcanzan el estatus de trabajadoras a tiempo completo, ni con la implementación de estándares laborales: estos representan la base sobre la que los demás ingredientes pueden ser añadidos con firmeza. La profesionalización debe hacer presencia igualmente en los procesos comerciales y en un entorno favorable para el fútbol femenino. El compromiso de los patrocinadores, medios de comunicación y otros colaboradores emite un sólido mensaje para el mercado, y apuntala la industria. Un argumento comercial viable es importante para garantizar la sostenibilidad financiera y un mercado estable, pero dicho argumento comercial no debe utilizarse para justificar el avance. Las futbolistas merecen el derecho de desarrollar una carrera profesional como tales". "Cuando el fútbol femenino se integre en las estructuras oficiales del deporte y las jugadoras en la normativa, en consecuencia podrán realizarse inversiones formales", sentencia.

Que el fútbol femenino sea rentable es cuestión de tiempo y apoyo. Para el sindicato la apuesta por el femenino no debe ser sólo por responsabilidad social: "Una visión clara y unificada debe ser el punto inicial que oriente la planificación para el crecimiento futuro del deporte. Para algunas partes interesadas, el fútbol femenino continúa siendo principalmente una iniciativa de responsabilidad social. Otras, en cambio, creen en el creciente poder comercial de este deporte y prevén explotar su potencial. La FIFA ha publicado su primera estrategia para el fútbol femenino, y muchas confedera- ciones están siguiendo su ejemplo. La Estrategia del Fútbol Femenino de la UEFA muestra signos alentadores, apostando por acuerdos de negociación colectiva y por condiciones generales para las jugadoras y su desarrollo. No obstante, todavía no se ha articulado una senda de desarrollo comúnmente aceptada que pueda fortalecer todas las iniciativas surgidas en el fútbol femenino".