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LaLiga y el CSD no entienden las quejas de AFE sobre el protocolo

Recuerda que "no se quejó en las reuniones del Grupo de Trabajo del Consejo" y asegura que el plan para volver a jugar "está aprobado por el Ministerio de Sanidad"

El presidente de la RFEF, Luis Rubiales, la del CSD, Irene Lozano, y el de LaLiga, Javier Tebas, delante de la sede del Consejo Superior de Deportes
CSD

Ni el Consejo Superior de Deportes (CSD) ni LaLiga comprenden las quejas de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) al protocolo aprobado por el Grupo de Tareas de Impulso al Deporte (GTID) para volver a jugar porque "es un protocolo avalado por Sanidad". Ambos organismos recuerdan además que la propia AFE es parte del GTID y que tuvo ocasión de presentar sus propuestas durante las reuniones para debatir el protocolo .

Además, en LaLiga aseguran que en AFE tenían las claves del protocolo y el borrador del documento "desde hace casi un mes" y que los representantes del sindicato donde se estudió el protocolo "no hicieron objeción alguna". En LaLiga creen que la maquinaria para volver a la actividad está en marcha y que los jugadores profesionales de Primera y Segunda van a comenzar en los próximos días con el regreso gradual a los entrenamientos. Sobre las concentraciones, otro de los puntos sobre se queja la AFE, en LaLiga entienden que "son para proteger la salud de los jugadores y sus familias" y recuerdan que "están aprobadas por el protocolo y por lo tanto tienen el visto bueno de Sanidad"

En muy parecidos términos a los de LaLiga se ha manifestado el CSD. Fuentes del Consejo han indicado que "la voluntad constructiva ha imperado en todo momento en el seno del Grupo de Tareas de Impulso al Deporte (GTID). Saben que cuenta, todo el texto, elaborado también con sus propias recomendaciones, con el visto bueno de Sanidad".

Por lo tanto, las versiones del CSD y de LaLiga son coincidentes en dos aspectos fundamentales: que el protocolo para la vuelta a la actividad cuenta con el visto bueno del ministerio de Salvador Illa y que la propia AFE tuvo ocasión de exponer sus quejas en el Grupo de Trabajo en el que se discutió el documento.