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Las regiones se alían con la Serie A: el plan para jugar en junio

Varias regiones del país superan el decreto del Gobierno y permiten entrenamientos desde la próxima semana: la Liga ya ha preparado su calendario.

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Las regiones se alían con la Serie A: el plan para jugar en junio
VINCENZO PINTOAFP

La Serie A, al menos públicamente, reiteró por unanimidad la intención de acabar las competiciones de este curso en el campo. Los 20 clubes se reunieron en asamblea y firmaron un documento en el que anunciaron su disposición a dialogar con el Gobierno de manera "constructiva y colaborativa".

Durante el encuentro, Andrea Agnelli quiso aclarar la posición de la Juventus: "Reitero con fuerza la firme voluntad de completar la temporada 19/20". Los equipos buscarán un acuerdo con las instituciones (falta el visto bueno del Comité Técnico-Científico al protocolo) y superar las posiciones del Gobierno, que empuja para seguir el camino de Francia. Ayer un ataque al ministro del Deporte, Spadafora, llegó de varias regiones: una ordenanza de Emilia Romagna permite los entrenamientos individuales también a los deportes de equipo a partir del 4 de mayo (el Gobierno los prohibió). Parma, SPAL, Sassuolo y Bolonia, de esta manera, podrían regresar al trabajo (aunque los primeros dos hicieron saber que esperarán el protocolo nacional), y a ellos podrían sumarse Nápoles, Roma, Lazio y Fiorentina. El presidente de la Campania declaró que aceptará la petición de De Laurentiis y las regiones Lazio y Toscana estudian medidas parecidas. Se posicionaron también algunos jugadores: Lorenzo Pellegrini y Luis Alberto, por ejemplo, pidieron reiniciar los campeonatos "por toda la gente que trabaja en el mundo del fútbol".

Hay un grupo de clubes que, en silencio, sigue esperando en el parón definitivo, pero el proyecto del Calcio es volver al trabajo el 18 de mayo, jugar las semifinales de Copa el 9 y el 10 de junio, reiniciar la Serie A a partir del fin de semana siguiente (13-14) y recuperar todos los 124 partidos hasta el 2 de agosto. Conseguirlo supondría salvar los 220 millones de euros que las televisiones rechazan pagar, evitando una complicada batalla legal y serios problemas para muchos balances.