Cuando el fútbol te lleva al país más contaminado del mundo
Óscar Bruzon y Javi Sánchez son los únicos españoles en el fútbol profesional de Bangladés, el país más contaminado del mundo. Allí vencen y convencen.
Bangladés es el país más contaminado del mundo. Su agua contiene cromo, un agente cancerígeno, y el aire está clasificado por diversos estudios como "poco saludable". La polución acústica también es un problema: "El país me ha sorprendido para bien, pero si te metes en un atasco puedes pasar un mal rato. El ruido es constante. Te vuelves loco", cuenta desde Daca el andaluz Javier Sánchez. "El agua no es peor que la que te encuentras en otros países asiáticos, pero tampoco debemos beberla. Provoca acidez o úlceras... Hay mucha gente que toma antiácido. Yo en dos años aquí he cogido alguna gastroenteritis, pero poco más", añade el preparador físico de Bashundara Kings, vigente campeón de la Premier League bangladesí.
Javier Sánchez, onubense de nacimiento y canario de adopción, llegó a Bangladés de la mano del entrenador gallego Óscar Bruzon en el verano de 2018. "Tenemos la suerte de vivir en las afueras de la ciudad. Es una zona verde, más virgen, pero también se nota la escasa calidad del aire. Hasta que te adaptas, sientes que los pulmones no se llenan y te cuesta respirar. El aire no es puro, pero te acostumbras", detalla el andaluz, quien también destaca la escasa visibilidad: "Cuando viajamos en avión se aprecian las nubes de polvo. No ves mucho más allá". La exposición prolongada a un aire tan insalubre como el de Daca puede provocar afecciones respiratorias y de piel. Imprevisiblemente, Bashundara ha encontrado un 'beneficio' deportivo: "El aire es más denso y a los equipos que vienen de fuera les cuesta respirar".
A pesar del hándicap climático, Óscar Bruzon y Javier Sánchez han descubierto un país "noble" en el que la gente "lo comparte todo aun no teniendo nada". Un 44% de la población vive en situación de pobreza extrema. Es el motivo por el que Bangladés cuenta con hasta ocho millones de niños obreros. "Verlos trabajar en la obra o recogiendo basura te parte el corazón. Con lo poco que ganan, muchos mantienen a su familia", expone Sánchez, quien asegura que conocer la realidad de otros países le ha servido para crecer personalmente. "Hay mucha gente cuya vida es un ejercicio de supervivencia, pero en Bangladés también hay una población incipiente, joven y universitaria que se encargará de desarrollar el país en los próximos años", apostilla Bruzon.
Ganar le pese a quien le pese
Bashundara Kings fue fundado en 2013 y pertenece a Bashundara Group, uno de los mayores conglomerados industriales de Bangladés. El club, cuyo principal objetivo es "involucrar a los jóvenes en el deporte nacional para erradicar los males sociales", ascendió a la máxima categoría en 2018 y, ya con Óscar Bruzon en el banquillo, se proclamó campeón de liga en el año de su debut en la élite. "Nos ofrecieron un proyecto nuevo, incluyendo modernas instalaciones de entreno, un estadio cuyas obras finalizan antes de acabar el año y una afición fiel y de gente joven que ya nos está viendo como la esperanza del país para competir en el contexto internacional", detalla el entrenador vigués, que también conquistó la Copa de la Independencia en 2019 y la Copa de la Federación en enero de este mismo año.
Éxitos basados en un ejercicio de entereza, ya que Bashundara Kings tuvo que imponerse a las trabas de una Federación afín a Abahani Limited, el club que dominaba el fútbol local hasta el desembarco de Bruzon en Daca. "No nos han dado ninguna facilidad en cuanto a calendario, descansos, viajes o sorteos de Copa. Hemos acumulado partidos en la temporada de lluvias, pero hemos sabido sobreponernos a todos los obstáculos con trabajo y determinación", reconocía el gallego en Migrantes del Balón el pasado mes de agosto. "El campo del penúltimo partido que jugamos era un patatal. Pero no solo eso, es que ¡no tenía las medidas oficiales! Faltaban metros tanto de largo como de ancho, pero la Federación tiene más poder que el club y tuvimos que jugar", detalla Javier Sánchez sobre la última triquiñuela contra 'los reyes'.
'Nacidos para ganar'. Es el lema de un club que se ha convertido en un continuo homenaje a sus pretensiones. Cuando el fútbol asiático tuvo que pausarse a causa del coronavirus, Bashundara Kings se encontraba a tan solo tres puntos del liderato en liga. 'Los reyes', que la pasada campaña establecieron el récord de victorias consecutivas en la Premier League de Bangladés (14), debutaron en marzo en la AFC Cup, la 'Europa League' asiática, donde golearon (5-1) al TC Sports Club maldivo. Ahora, a causa de la pandemia, todo es distinto: "Normalmente, yendo al supermercado te juegas la vida tres o cuatro veces", bromea Javier Sánchez. "Si no es por un coche, es por una moto. Si no, por un 'rickshaw' -bicitaxi típico en Asia-. Ahora no hay nadie. La gente es muy responsable", sentencia desde su confinamiento en Daca.