Ladinszky, el apátrida que no ganó la Copa del 77, en la UCI
No es coronavirus. El ex delantero húngaro del Betis huyó del régimen comunista pero aquel fue el último año que no dejaron jugar a extranjeros en el torneo del KO.
El ex delantero húngaro del Betis Attila Ladinszky, de 70 años, se encuentra ingresado en la UCI del hospital Janos de Budapest con graves problemas cardíacos. No se trata de coronavirus, según informa el diario magiar Nemzeti Sport. Landinsky jugó en Heliópolis tres temporadas (1975-78) y formó parte de la plantilla que ganó en 1977 la Copa del Rey en la final del Calderón, al Athletic de Bilbao. Pero ni Attila ni el neerlandés Mühren, el otro foráneo que tenía entonces el Betis, pudieron disputar un solo partido en el torneo del KO aquella campaña porque hasta la temporada siguiente estarían prohibidos los extranjeros.
Símbolo de la libertad del fútbol en Europa del Este, apátrida huido más allá del Telón de Acero, Ladinszky se escapó para enrolarse unos meses en el Rot-Weiss Essen de la entonces República Federal Alemania y jugar luego en el Feyenoord neerlandés y el Anderlecht, con el que fue pichichi de la Liga belga en 1974. Para entonces, el gobierno de Hungría ya le había retirado la nacionalidad, convirtiéndolo de esa manera en un apátrida. En 1975 le fichó el Betis, con el que jugó 59 partidos en los que anotó 17 goles.
En 1978 el club verdiblanco descendió a Segunda División y Ladinszky se volvió a Bélgica, al Kortrijk. Tras varios años en Francia (Valenciennes y Toulouse) y una aventura en el Amarante de Oporto, montó un restaurante en Bruselas para regresar a Hungría a mediados de los 90, varios años después de la caída del régimen comunista.