CORONAVIRUS
El coronavirus devora el fútbol en Centroamérica
Sin competición en casi todos los países, los equipos están rescindiendo los contratos de futbolistas y entrenadores. Podrían tardar años en recuperarse.
El fútbol centroamericano vive sus horas más bajas debido a la crisis que ha provocado el coronavirus. Si el golpe ha sido duro en las grandes ligas europeas, la peor parte se la han llevado aquellas competiciones con pocos recursos. La mayoría se han suspendido sin fecha de regreso, lo que ha provocado que tanto las organizaciones como los clubes sufran grandes pérdidas económicas.
Panamá es uno de los ejemplos más evidentes. En los últimos días la Federación Panameña de Fútbol (FePaFut) está rescindiendo los contratos de sus entrenadores y cuerpos técnicos, incluido el de Américo Rubén 'Tolo' Gallego, seleccionador absoluto. Ha hecho lo mismo con los técnicos de las inferiores, del fútbol femenino y del fútbol sala. Además, ha solicitado ayuda económica a la FIFA y han hablado con el gobierno nacional para incluir a los futbolistas en el programa de bolsas de comida y bonos del estado.
En Costa Rica se llevó a cabo un plan entre la liga, la Federación y los jugadores para asegurar un porcentaje del salario hasta final de temporada. Sin embargo, todo pende de un hilo. Sin fecha de regreso cada vez son menos los patrocinadores que mantienen sus contratos. Mayo puede ser el limite para muchos equipos, y ya se empieza a plantear la opción de volver a jugar a puerta cerrada.
En Honduras ya han tenido que ayudar a algunos futbolistas entregándoles víveres en una iniciativa llevada a cabo por la Asociación de Futbolistas. Incluso Real España, uno de los más solventes del país, está teniendo problemas. Su presidente, Elías Burbara, avisó : "Hemos pagado hasta marzo, el problema es que de aquí en adelante no tenemos más gasolina".
El único de la zona que resiste es Nicaragua. A pesar de que la recomendación era frenar la competición, los clubes y la liga decidieron continuar y es una de las cinco del mundo que se mantienen activas. Esto conlleva cierto riesgo pero económiciamente está en un gran momento, teniendo en cuenta que varias televisiones del extranjero están interesados en comprar los derechos para emitir fútbol en directo.