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El Girona tiene el futuro asegurado…. A corto plazo

Solo son propiedad del club cuatro futbolistas del primer equipo por debajo de los 25 años

El Girona tiene el futuro asegurado…. A corto plazo
Girona FC

El Girona tiene garantizado que el grueso de la plantilla continuará el curso que viene haya o no ascenso a Primera. Si no lo hay, 18 futbolistas tienen contrato con el club la temporada que viene. Si finalmente la competición acaba y el Girona asciende, ese número subiría hasta los 27: los dos jugadores que finalizan contrato (Soriano y Riesgo) así como los cedidos tienen cláusulas para quedarse en caso de ascenso. En otras palabras, la continuidad del bloque a corto plazo está garantizada.

Pero si uno mira más allá de la temporada que viene, el futuro del Girona, es más borroso. En primer lugar porque es un equipo construido para ascender, por lo que genera una lógica duda sobre la planificación deportiva: han de trabajar con dos escenarios muy distintos pues nada tiene que ver confeccionar una plantilla para Primera o para Segunda. Pero además, el Girona, se enfrenta a un problema sin solución: los pesos pesados de la plantilla, los jugadores insignia, están en el tramo final de su carrera.

El caso más evidente es el de Stuani, que a sus 33 años es obvioque no jugará muchos más al máximo nivel. Pero no es el único. Aday (32), Granell (31) y Borja (29) tres de los futbolistas con más recorrido en el equipo, están en el tramo final de sus carreras. Y lo que es quizás más preocupante es que, por detrás, en el primer equipo no hay muchas alternativas.

Ahora misma hay en el Girona ocho futbolistas con 25 años o menos, pero solo cuatro son propiedad del club: Gumbau (25), Zeballos, Santi Bueno y Valery. De estos cuatro, además, solo se les vislumbra un futuro seguro en Girona a Gumbau y a Valery: Santi Bueno no está teniendo ningún impacto en el equipo mientras que Zeballos es una absoluta incógnita. Solo ha realizado cuatro entrenamientos y ningún partido con sus nuevos compañeros.

La situación del filial, además, tampoco ayuda. Con el descenso de categoría y la rotura de la filiación con el Peralada, están jugando en Primera Catalana. La primera división territorial, que está a un mundo de distancia de Segunda y ya no digamos de Primera. El salto, para cualquier futbolista del filial, es a día de hoy enorme.